El gerrymandering es una práctica fundamentalmente antidemocrática. Su principal objetivo es poner los intereses de los partidos políticos por encima de los votantes, dinamitando el principio de igualdad de representación supuestamente garantizado en la Constitución.
No me acusen de nostálgico, el punto no es «antes fue mejor», sino repartir tareas. Las plataformas son excelentes para explorar y cartografiar; un dispositivo dedicado, en cambio, sirve para sostener la concentración. La alternancia es una estrategia y, en contextos de escasez documental, también una manera de entender el mundo.
Sin embargo, hay una corriente subterránea que invita a la esperanza. Pienso en Edward Said, el intelectual palestino que enseñó en Columbia University mientras algunos de sus alumnos servían como informantes para espiarlo. Pienso en la ironía luminosa de que, en esas mismas aulas en las que un día vigilaban sus palabras, hoy se haya gestado la mayor ola de oposición estudiantil en Estados Unidos. contra los desmanes del actual gobierno israelí en Gaza.
En las profundidades de la crisis multidimensional que hace años vive Cuba, la inundación, el fango, los destrozos del viento en los cultivos y en las casas, los objetos perdidos… no son solo las cicatrices pasajeras de un desastre natural.
Por supuesto, un inventario verdaderamente exhaustivo de los dirigentes caídos en desgracia —con dosis mayores o menores de justicia o arbitrariedad— durante los últimos 67 años sería muchísimo más copioso, en un país donde ningún servidor o usufructuario del poder está a salvo del olvido, la cárcel o el mismísimo paredón de fusilamiento.