El músico cubano César Orozco se agenció su primer Grammy Latino en la categoría de Mejor Arreglo, por el tema «Camaleón», en la ceremonia del pasado 13 de noviembre. Junto a él, artistas de renombre como Gloria Estefan y Chucho Valdés —con su grupo de jazz Royal Quartet— levantaron un gramófono dorado, en la edición 26 de los premios.
«La poca presencia de Cuba en este tipo de certámenes se debe, obviamente, a la situación general del país, la situación política, social y económica que ha aislado a ese país», declaró el artista a El Estornudo.
Antes de la reciente victoria en la última edición de los Grammy Latino, Orozco había estado nominado a los premios en dos oportunidades. La primera fue en 2019, por el tema «Imprevisto», interpretado por Raíces Jazz Orchestra, además de Pablo Gil y Tony Succar. Dos años después, recibió su segunda candidatura gracias al sencillo «Tierra Mestiza», defendido por la America Viva Band.
«Se puede ser culto y tener popularidad», sostiene Orozco. «Dos de mis ídolos musicales, Rubén Blades, compositor de «Camaleón», el tema que me ha dado el Grammy Latino, y el maestro Juan Luis Guerra, son ejemplos de ello. Son dos artistas latinoamericanos que hacen música con buenos arreglos, con contenido y a la vez es comercial».
