Tras el paso del huracán Melissa este 30 de octubre, el fotógrafo Raúl Henríquez Medina atravesó «la calma pesada, casi apocalíptica» de Santiago de Cuba. Estos son las imágenes que captó entonces.
«Decidí salir con mi cámara bien temprano, cuando aún casi nadie se atrevía a asomarse. La escena era rara, había un viento residual…», dice.
Santiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez Medina
«Espacios públicos y centros sociales que conocíamos de toda la vida, totalmente destruidos», agrega, a sus 24 años. «Aunque la gente, con la experiencia de ciclones pasados, se preparó mucho más, la fuerza de este fue desastroso e implacable».
Santiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez Medina
Sin embargo, la mayoría de reportes indican que lo peor ocurrió en otros puntos del Oriente de Cuba, comunidades aún más pobres, más vulnerables, donde las grandes inundaciones y los vientos feroces de categoría tres (cerca de 200 kilómetros por hora) han dejado heridas que, seguramente, tardarán años en cicatrizar.
Santiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez Medina
Una vez instalados en esa extraña calma que sigue a los huracanes en el Caribe, la conversación entre los santiagueros derivaba pronto hacia el estudio comparativo: «que si Sandy fue más fuerte, que si Melissa al durar más fue peor».
Santiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez Medina
«Santiago, en cuestión de horas, se transformó en un lugar irreconocible, una vez más», dice Henríquez Medina. «Como fotógrafo, mi trabajo era documentarlo, pero era difícil no sentirse abrumado, de una extraña manera, de la fuerza brutal de la naturaleza que nos tocó vivir».
Santiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez MedinaSantiago de Cuba, octubre de 2025. Tras el paso del huracán Melissa / Foto: Raúl Henríquez Medina
En las profundidades de la crisis multidimensional que hace años vive Cuba, la inundación, el fango, los destrozos del viento en los cultivos y en las casas, los objetos perdidos… no son solo las cicatrices pasajeras de un desastre natural.
Por supuesto, un inventario verdaderamente exhaustivo de los dirigentes caídos en desgracia —con dosis mayores o menores de justicia o arbitrariedad— durante los últimos 67 años sería muchísimo más copioso, en un país donde ningún servidor o usufructuario del poder está a salvo del olvido, la cárcel o el mismísimo paredón de fusilamiento.
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En las profundidades de la crisis multidimensional que hace años vive Cuba, la inundación, el fango, los destrozos del viento en los cultivos y en las casas, los objetos perdidos… no son solo las cicatrices pasajeras de un desastre natural.
La imagen hosca y el rugido del mar frente a Gibara, en el nororiente de la isla, señalaban este miércoles apenas el final del primer acto... Previsiblemente, Melissa seguirá pasando durante buen tiempo en aquel costado de Cuba.
Según reportes meteorológicos, Melissa tocó las costas cubanas habiendo disminuido un tanto su intensidad, hasta la categoría tres, pero aún con vientos que rondaban los 200 km/h.
Formidable testimonio.
¡Pobre gente!