A la dificultad de formarse como artista de manera autodidacta, se suma la criminalización que trae consigo intentar producir y exponer fuera de las instituciones o espacios regulados por el Estado. Ellos te dejan estar ahí, pero siempre están acechándote.
«Yo tomo la palabra de un presidente cuando dice las cosas, aunque sea un presidente en el que no confío. Ha repetido que no importa lo que cueste, porque la cosa es deportar. Habrán deportaciones masivas; sospecho que va a ser muy difícil, porque es casi incosteable».
¿Qué tan importante será el voto de la comunidad cubana del sur de Florida en estas elecciones? ¿Qué tan importante será el tema Cuba durante la próxima administración estadounidense?
«Creo en una Cuba en que nos aceptemos tal cual somos, sin doble moral, tertulias de pasillo y odios acumulados en una urna que nadie sabe qué contiene hasta que se abra. Un país donde decir lo que se piensa no se reprima y sea la razón de cada día. En que podamos elegir al gobierno. En que la falta de alimentos sea comidilla del pasado. En que se trabaje honradamente y el salario sea salario».
Aunque ella sea de una época y yo sea de otra, ambas somos conscientes de una cosa: en nosotras se entretejen Bomba y Barranquilla, dos raíces que reconocemos, dos lugares del Caribe colombiano en los que transcurrieron nuestras infancias y en los que sembramos añoranzas.