¿Bajo qué condiciones legales han sido excarceladas estas personas? ¿Qué implican dichas condiciones? Esta y otras preguntas fueron respondidas por el jurista cubano Raudiel Peña Barrios
Boris Agustín Osorio Ramos tiene 64 años y reside en La Habana Vieja. Activista político desde hace dos décadas, Osorio es miembro del Partido Republicano de Cuba y del Movimiento Escudo Cubano.
Estamos a comienzos de octubre y el club Salamander Miami, ubicado en el barrio negro de Overtown, acoge el primer concierto de rumba del grupo Irawo Osa en la ciudad. El líder de la agrupación es Yuniscleybis Ramos, nieto de Diosdado Ramos, actual director de Los Muñequitos de Matanzas, e hijo de Bárbaro Ramos, primer bailarín de dicho grupo por más de 20 años.
A la dificultad de formarse como artista de manera autodidacta, se suma la criminalización que trae consigo intentar producir y exponer fuera de las instituciones o espacios regulados por el Estado. Ellos te dejan estar ahí, pero siempre están acechándote.
Por supuesto, un inventario verdaderamente exhaustivo de los dirigentes caídos en desgracia —con dosis mayores o menores de justicia o arbitrariedad— durante los últimos 67 años sería muchísimo más copioso, en un país donde ningún servidor o usufructuario del poder está a salvo del olvido, la cárcel o el mismísimo paredón de fusilamiento.
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