Había más de veinte personas debajo de un aguacero, algunas con sombrillas y otras no. Personas que se mojaban y no intentaban refugiarse bajo un árbol, dentro de sus carros y mucho menos en sus casas. El lugar donde debían estar era allí, frente al altar.
TODO LO SÓLIDO SE DESVANECE EN EL AIRE, es el título de la instalación. La segunda en orden del programa. (Cabina inflable, máquina de burbujas y playlist de canciones cubanas acerca de la migración y luces LED.) Todos se desvanece en el aire, beibis. ¡Todo menos la ideología!
Mi familia es lo único que me ata al lugar donde nací y la razón por la que vuelvo una y otra vez, aunque al país lo hayan tirado por las alcantarillas.
Al sumársele a su condición de negro la de migrante latino y repartero —una identidad forjada en los márgenes de los márgenes—, Chocolate MC pierde el derecho a la metáfora. El sistema no ve en él a un artista usando la hipérbole del género, sino a una amenaza literal.