Nació en el centro de Cuba, pero es ya chilanga por adopción. Pertenece a la generación del linotipo, a la mismísima era del plomo, pero sigue en el oficio por puro deseo casi 40 años después de haberse licenciado en la Universidad de La Habana.
Tras la devastación del huracán Oscar en el extremo oriental de la isla, la sociedad civil cubana independiente se ha estado movilizando para apoyar a los damnificados del ciclón en los municipios de Baracoa, Maisí, Imías y San Antonio del Sur, donde hay cerca de 150 mil personas con necesidades críticas de agua potable, alimentos y servicios de salud.
Desde las 11:07 de la mañana del 18 de octubre, la isla sufre el apagón masivo más extenso y sin precedentes en la historia de la crisis energética que padece desde hace más de 30 años.
Las autoridades señalan tres causas fundamentales para la grave situación del abasto de agua en Cuba: problemas con los equipos de bombeo, déficit de energía eléctrica y roturas en las conductoras.
Mi familia es lo único que me ata al lugar donde nací y la razón por la que vuelvo una y otra vez, aunque al país lo hayan tirado por las alcantarillas.
La semana pasada fue noticia el suicidio del preso político Yosandri Mulet Almarales, de 37 años, condenado a diez años de privación de libertad por tomar parte en las protestas ciudadanas de julio de 2021 en el barrio de La Güinera, en La Habana.
Las autoridades advierten que el país atraviesa su «más compleja» situación hídrica, con más de tres millones de habitantes afectados por interrupciones del servicio de agua potable.