La hipocresía inherente en las protestas sobre la comparación hiperbólica entre Trump y Castro suena hueca cuando viene de los mismos sujetos que constantemente asemejan a sus oponentes políticos con los regímenes de Cuba o Venezuela.
Es un lugar común declarar cada elección «la más importante de nuestras vidas», pero esta en particular representa la disputa entre el establishment político que ha convertido a Estados unidos en el país más poderoso del planeta y un agente de cambio cuyo récord de inefectividad y despropósito ya conocemos.
Ni [Hillary] Clinton era más ambiciosa o despiadada que cualquier político hombre, ni [Sarah] Palin era más propensa a equivocarse que Bush hijo o Dan Quayle o más mentirosa que Trump. Pero estos defectos o cualidades mal vistas son excusados rutinariamente en un hombre mientras que se convierten en un símbolo de inferioridad en una mujer.
Donald Trump ha pedido a la Corte Suprema de Estados Unidos que se pronuncie sobre la afirmación de que los presidentes tienen inmunidad absoluta ante la ley,...
Expertos en encuestas de opinión y campañas políticas coinciden en que las predicciones a nueve meses de una elección son inútiles. Pero es difícil no convencerse de algo cuando prácticamente todos a tu alrededor piensan y dicen lo mismo.
El concierto terminó con una imagen poderosa: Bebeshito ondeando la bandera cubana, rodeado de bailarines, luces, fuego y cantando «Tacto que llegó el reparto» con El Chulo, Un Titico, Lenier y L Kimii. Junto a ellos invitó a la unidad del género y a seguir soñando en grande. Lo que estábamos viendo no era el final de un show más: era quizá el inicio de la internacionalización del reparto.
«En última instancia, ‘Untitled...’ es el resultado de dos memorias superpuestas: la del que mira desde afuera y la del que sobrevive por dentro. [...] Eso es lo que intenté: completar la mirada de Rick Ray con lo que él no sintió —y yo no puedo dejar de sentir».