Nació en el centro de Cuba, pero es ya chilanga por adopción. Pertenece a la generación del linotipo, a la mismísima era del plomo, pero sigue en el oficio por puro deseo casi 40 años después de haberse licenciado en la Universidad de La Habana.
Por diversas razones, muchas madres cubanas no celebraron plenamente este segundo domingo de mayo. Ha sido también una fecha de carencias, soledades, dolor e injusticia.
El niño Geobel Damir Ortíz Ramírez falleció en el Nicklaus Children’s Hospital, de Miami, unas semanas después de que él y su madre pudieran viajar desde Cuba con visado humanitario gracias a una amplia campaña que denunció el precario estado del sistema de salud en la isla.
«Aquí todo el mundo está cagado. ¿Quién quiere ser deportado? ¿Tú crees que después de haber cruzado los ‘siete mares’, pelearme con coyotes, ‘tiburones y cocodrilos’, yo voy a querer volver? La verdad sí tengo miedo»
La apertura en La Habana a inicios de este año del primer mercado estatal con operaciones en dólares en efectivo ha sido para muchos un preludio de la «muerte» de la virtual Moneda Libremente Convertible (MLC) y el inicio de una etapa de dolarización parcial de la economía.
Mientras que son ciertos todos esos momentos —y son muchos— en que Kirk traficó con un lenguaje detestable e ideas que atacaban directamente a grupos marginalizados, también es cierto que dijo, en un instante de lucidez: «Cuando la gente deja de hablar, es cuando surge la violencia. Es entonces cuando ocurre la guerra civil, porque empiezas a pensar que el otro bando es tan malvado que pierde su humanidad».