MADRID, España.- El occidente de Cuba volvió a quedar completamente a oscuras durante la madrugada de este miércoles, tras una desconexión masiva del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) que ha dejado sin servicio eléctrico a varias provincias, incluida La Habana.
De acuerdo con la información divulgada por la Unión Eléctrica (UNE) y citada por medios oficiales, el incidente se produjo cuando una parte del SEN en la zona occidental quedó fuera de operación en torno a las 5:00 a.m., y afectó el suministro en territorios desde Mayabeque hasta el extremo occidental de la Isla.
La causa fue «una falla en una línea de transmisión que enlaza Santa Cruz del Norte con Guiteras, que provocó sobrecarga en la otra línea y como consecuencia la división del SEN», dijo la emprensa estatal e indicó que trabaja para restablecer el servicio “lo más pronto posible”.
Según precisa una nota oficial, salieron de servicio unidades de Mariel, Santa Cruz del Norte, Céspedes 3 y Felton.
El Ministerio de Energía y Minas también confirmó la desconexión y señaló que las brigadas técnicas se encontraban en labores de recuperación.
El suceso ocurre en un contexto de deterioro sostenido del sistema eléctrico. Solo este lunes, el SEN registró un déficit de generación superior a los 2.000 megawatts (MW), con afectaciones durante las 24 horas del día y un pico de 2.105 MW en horas de la noche.
La UNE detalló que en la jornada previa se reportaron averías en la unidad 2 de la termoeléctrica de Felton y en la unidad 3 de Renté —esta última sincronizada nuevamente en la tarde—, a lo que se suman varias centrales en mantenimiento: la unidad 5 de Mariel, la 2 de Santa Cruz, la 4 de Cienfuegos y la planta de tratamiento de gas de Energás Puerto Escondido.
Este no es un episodio aislado. El pasado 10 de septiembre, el país sufrió su quinto apagón general del año, provocado entonces por la salida imprevista de la termoeléctrica Antonio Guiteras, en Matanzas, la más grande e importante del sistema.
Los apagones nacionales se han convertido en un fenómeno recurrente en Cuba, consecuencia de una crisis energética prolongada. El país depende de termoeléctricas envejecidas —muchas con más de tres décadas de explotación— que operan con fallas constantes, escaso mantenimiento y un déficit crónico de combustible y lubricantes. A ello se suma la paralización de buena parte de la generación distribuida y una gestión estatal incapaz de revertir el colapso del sistema.
Mientras las autoridades insisten en que trabajan para recuperar la estabilidad del SEN, los apagones continúan marcando la vida cotidiana de millones de cubanos, especialmente en las regiones más afectadas por los cortes prolongados.








