
La institucionalidad se desmorona ante el poder de Raúl Castro
El régimen ha decidido prescindir de todos sus afeites para gobernar con todo el rigor que le permiten los mecanismos el poder.

El régimen ha decidido prescindir de todos sus afeites para gobernar con todo el rigor que le permiten los mecanismos el poder.

Desde temprano el 24 de diciembre —y a veces incluso antes— comenzaban los preparativos para la cena de Nochebuena, cuyo objetivo primordial era reunir a la familia.

No es que Homero Acosta fuese un portento ni un dechado de virtudes, sino que el que lo sustituye —y que eventualmente pudiera ser el sucesor del actual presidente del órgano legislativo, Esteban Lazo— es alguien que quizá traerá más cerrazón.

Diciembre se esfuma y este país clama por una de esas requisas que terminan en arrebato. Fuera todo… desde arriba hasta abajo, pero sobre todo arriba.

Entre una promesa y otra, el monto de las donaciones para el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) se acumulan y van sumando millones, pero, aun así, los cubanos no ven la luz.

Los medios de propaganda cubanos, no aclaran, por ejemplo, el porqué de la exclusión de Rusia de los principales eventos deportivos internacionales.

Pareciera, por ese estilo complicado que los delata, hasta una broma cruel diseñada por los mismos que, intentando la unificación monetaria, al inicio de la “Tarea ordenamiento” eliminaron el CUC, crearon la MLC y retomaron el uso del dólar.

Mientras afirman, que el país está casi en paro por culpa del “bloqueo”, la industria ganadera tiene más directivos que cabezas de ganado, todos tan gordos que no caben en el encuadre de las cámaras de la televisión.

Esa élite que nos oprime garantiza la miseria a perpetuidad.

Las esperanzadoras perspectivas que se abren ante el país austral no deben hacernos olvidar algunas realidades importantes.

El régimen ha decidido prescindir de todos sus afeites para gobernar con todo el rigor que le permiten los mecanismos el poder.

Desde temprano el 24 de diciembre —y a veces incluso antes— comenzaban los preparativos para la cena de Nochebuena, cuyo objetivo primordial era reunir a la familia.

No es que Homero Acosta fuese un portento ni un dechado de virtudes, sino que el que lo sustituye —y que eventualmente pudiera ser el sucesor del actual presidente del órgano legislativo, Esteban Lazo— es alguien que quizá traerá más cerrazón.

Diciembre se esfuma y este país clama por una de esas requisas que terminan en arrebato. Fuera todo… desde arriba hasta abajo, pero sobre todo arriba.

Entre una promesa y otra, el monto de las donaciones para el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) se acumulan y van sumando millones, pero, aun así, los cubanos no ven la luz.

Los medios de propaganda cubanos, no aclaran, por ejemplo, el porqué de la exclusión de Rusia de los principales eventos deportivos internacionales.

Pareciera, por ese estilo complicado que los delata, hasta una broma cruel diseñada por los mismos que, intentando la unificación monetaria, al inicio de la “Tarea ordenamiento” eliminaron el CUC, crearon la MLC y retomaron el uso del dólar.

Mientras afirman, que el país está casi en paro por culpa del “bloqueo”, la industria ganadera tiene más directivos que cabezas de ganado, todos tan gordos que no caben en el encuadre de las cámaras de la televisión.

Esa élite que nos oprime garantiza la miseria a perpetuidad.

Las esperanzadoras perspectivas que se abren ante el país austral no deben hacernos olvidar algunas realidades importantes.
