MIAMI, Estados Unidos. – Un nuevo derrumbe en el edificio del Instituto Superior de Diseño (ISDi), en Centro Habana, volvió a poner en riesgo a transeúntes y a personas que merodean las ruinas del inmueble, ya castigado por colapsos anteriores y declarado en “estado de derrumbe” por las propias autoridades cubanas.
Según un colaborador de CubaNet en La Habana que se encontraba en el lugar, el desplome ocurrió en la mañana de este miércoles y habría sorprendido a varias personas que se encontraban dentro del edificio recolectando ladrillos y otros escombros.
El colaborador añadió que, en el momento del incidente, tanto recogedores de materiales como trabajadores de las cafeterías cercanas afirmaron haber visto personas dentro del edificio. CubaNet no ha podido confirmar la información por otra vía.
Este medio sí comprobó que los rescatistas y las ambulancias se retiraron del lugar, lo que sugiere que el derrumbe no provocó heridos ni muertos.

El edificio del ISDi, ubicado en la zona de Belascoaín y Carlos III, se ha convertido en uno de los símbolos más visibles del deterioro constructivo en la capital cubana. En enero de este año, una parte de la estructura se desplomó y los escombros bloquearon el acceso a varias viviendas contiguas, obligando a evacuar a familias completas. En aquel derrumbe, una anciana de 78 años resultó lesionada y tuvo que ser trasladada a un hospital, mientras cuatro familias quedaron sin poder entrar ni salir de sus casas debido al bloqueo de los escombros.
Ese evento de enero motivó un reporte de las autoridades capitalinas, quienes reconocieron que desde hacía cuatro meses la zona colapsada del ISDi estaba “declarada en estado de derrumbe” y que empresas constructoras trabajaban en la retirada de unos 800 metros cúbicos de escombros como parte de una demolición progresiva.

Antes, el 9 de julio de 2024, colapsó parcialmente la fachada del edificio. El área que se encontraba apuntalada y clausurada desde mediados de 2022. En mensajes de WhatsApp dirigidos a estudiantes y profesores, las autoridades de la institución reconocieron entonces que se había producido “un desprendimiento parcial de una parte de la fachada afectada del edificio”.
Ya en marzo de 2022, las propias autoridades del ISDi habían anunciado el cierre de varias instalaciones docentes del edificio debido a “un complicado fallo arquitectónico”. Desde entonces, la actividad docente se fue reubicando en otras instalaciones universitarias, mientras el edificio original quedaba a medio uso, vallado por tramos y, en la práctica, abandonado.
La degradación del inmueble no solo se ha manifestado en colapsos estructurales: en septiembre pasado, archivos, libros y tesis del ISDi terminaron amontonados como basura en plena calle, luego de movimientos y vaciamientos del edificio, lo que generó alarma entre egresados y docentes por la pérdida de patrimonio académico de décadas.








