MADRID, España.- Cerca de doscientos cubanos —entre ellos activistas, artistas, intelectuales, familiares y miembros de la sociedad civil dentro y fuera del país— han dirigido una carta al papa León XIV para solicitar su mediación humanitaria en favor del preso político Yosvany Rosell García Caso, quien este 2 de diciembre cumple 41 días en huelga de hambre reclamando su libertad. El estado de salud del joven, de 37 años, se considera crítico y el riesgo de un desenlace fatal aumenta con el paso de las horas.
El documento fue entregado en la Santa Sede, en Roma, y también depositado de manera simultánea en la Nunciatura Apostólica de La Habana. Los firmantes explican que se trata de un gesto urgente ante el deterioro de Rosell, encarcelado desde hace más de cuatro años. Su caso, afirman, ejemplifica la situación de centenares de presos políticos que permanecen en las cárceles cubanas.
La carta, firmada por su esposa y familiares junto a numerosas figuras del ámbito cultural y activistas —entre ellos Alina Bárbara López, Tania Bruguera, Carolina Barrero, Dagoberto Valdés, Juan Pin Vilar, Fernando Pérez, Yunior García Aguilera, Luz Escobar, José Luis Tan Estrada, Jorge Fernández Era, Jenny Pantoja, Carlos Lechuga, Camila Acosta y Anamely Ramos— apela al carácter pastoral y humanitario del Pontífice para solicitar un acompañamiento que permita evitar la muerte del joven.
La sociedad civil cubana se moviliza por la vida del preso político
El texto comienza dirigiéndose al Papa con respeto y expresa la angustia que viven tanto la familia como quienes acompañan su caso: “Con profundo respeto y con la angustia que embarga a toda la familia de Yosvany Rosell García Caso, así como a cubanos y cubanas dentro de la Isla y en su diáspora, nos dirigimos a Su Santidad. Clamamos, humildemente, por su acompañamiento espiritual y humana intercesión ante el peligro real de muerte que enfrenta hoy un hijo de Cuba”.
Los firmantes recuerdan que el preso político es padre de tres menores y que su salud se ha deteriorado de manera progresiva durante sus años en prisión, agravada por las huelgas de hambre que ha realizado como último recurso de protesta frente a lo que consideran una condena injusta. En la carta se señala que “su fragilidad física lo coloca ante un riesgo extremo de fallecer o de padecer secuelas irreversibles, incluso si sobreviviera”. También se menciona que una huelga anterior de 21 días le provocó daños severos.
El documento insiste en que las huelgas no son actos de imprudencia, sino la expresión desesperada de alguien que considera no tener otra vía para reclamar dignidad y justicia. En ese sentido, los firmantes explican su fe en que la Iglesia pueda comprender la dimensión del sacrificio emprendido por Rosell, quien piensa “en sus hijos, en su esposa y en la esperanza de un pueblo”.
La petición central de la carta es que la Santa Sede ejerza una mediación ante el Gobierno cubano. “Le rogamos su mirada compasiva y su autoridad moral para que pueda ofrecer un acompañamiento pastoral a Yosvany Rosell García Caso. Pedimos, además, si fuera posible, que la Santa Sede pueda ejercer un papel de mediación entre su caso y el gobierno cubano”, expresa el texto.
Asimismo, se solicita que la Iglesia cubana cuente con el respaldo del Vaticano para continuar intercediendo por el preso político y pueda pedir una licencia extrapenal basada en su deterioro extremo: “Solicite al Estado cubano la concesión de una licencia extrapenal que atienda el deterioro extremo de su salud”.
Los firmantes subrayan que Rosell es inocente, no para colocar su caso por encima del de otros presos políticos, sino para mostrar la injusticia que rodea su sufrimiento y la urgencia de evitar una muerte evitable.
La carta concluye recordando que ha sido suscrita por cubanos dentro y fuera de la Isla y reafirmando la esperanza de que la compasión del Pontífice pueda iluminar esta súplica en un momento decisivo para la vida de Yosvany Rosell García Caso.
Estado clínico alarmante
Este lunes, 1 de diciembre, Mailín Rodríguez Sánchez, esposa de García Caso, volvió a advertir sobre el peligro inminente que enfrenta su vida. Según explicó, el último parte médico reflejaba una presión arterial extremadamente baja, una ingesta mínima de agua, escasa producción de orina y señales tempranas de fallo renal, un cuadro que los especialistas describieron como de “riesgo de paro”.
“¡Ayuda no me lo dejen morir! Es inocente, un padre y su familia sufren una injusticia, ayuda, ayuda. Pueblo cubano, mundo”, imploró Rodríguez Sánchez a través de las redes sociales.
García Caso lleva más de cuatro años en prisión por su participación en las manifestaciones del 11 de julio de 2021 en Holguín. Fue sentenciado a 15 años de privación de libertad, una de las penas más severas entre los más de mil procesados por el 11J. Inició la huelga de hambre para exigir su liberación o, según ha explicado su esposa, su traslado a una celda de aislamiento. Ni Rodríguez Sánchez ni su hija han conseguido persuadirlo de abandonar la protesta extrema.
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