
Ojos que te vieron ir… la termoeléctrica Antonio Guiteras sale del Sistema
El sistema eléctrico cubano está marcado por la antigüedad de sus centrales térmicas, la escasez de combustible, la falta de repuestos y mantenimientos prolongados.

El sistema eléctrico cubano está marcado por la antigüedad de sus centrales térmicas, la escasez de combustible, la falta de repuestos y mantenimientos prolongados.

Pobladores de Maiquecito y La Sombrilla salieron a las calles tras más de una semana sin electricidad ni agua, mientras en Santiago de Cuba vecinos bloquearon una calle ante la acumulación de basura y la falta de respuesta estatal.

En medio de una crisis electroenergética de dimensiones inverosímiles, la administración del país ha decidido eliminar el método tradicional para conocer el importe de la factura eléctrica.

Un país en caos es un país apestado al que nadie desea acercarse, pero eso es algo que un régimen, más criminal que desesperado, usará a su favor.

Una vuelta a la manzana es suficiente para comprobar que los cubanos han decidido dejar que esto se caiga solo, sin importar cuánto demore.

La Unión Eléctrica reporta un déficit superior a los 1.500 MW para el horario pico, mientras varias termoeléctricas clave permanecen fuera de servicio.

Díaz-Canel tiene miedo. Y tuvo más miedo a lo que descubrió en esa desobediencia que lo hizo irritar, quizás mucho más que las protestas, tan fáciles de criminalizar, de disolver.

Horas antes, también había salido de servicio la Unidad 6 de Energás Jaruco.

La salida de tres bloques en Renté se suma a las averías en Felton y Nuevitas, así como a la falta de combustible en la generación distribuida.

Afirmar que el régimen está aplicando las distintas fases de un plan de exterminio no es una broma, ni una exageración.

El sistema eléctrico cubano está marcado por la antigüedad de sus centrales térmicas, la escasez de combustible, la falta de repuestos y mantenimientos prolongados.

Pobladores de Maiquecito y La Sombrilla salieron a las calles tras más de una semana sin electricidad ni agua, mientras en Santiago de Cuba vecinos bloquearon una calle ante la acumulación de basura y la falta de respuesta estatal.

En medio de una crisis electroenergética de dimensiones inverosímiles, la administración del país ha decidido eliminar el método tradicional para conocer el importe de la factura eléctrica.

Un país en caos es un país apestado al que nadie desea acercarse, pero eso es algo que un régimen, más criminal que desesperado, usará a su favor.

Una vuelta a la manzana es suficiente para comprobar que los cubanos han decidido dejar que esto se caiga solo, sin importar cuánto demore.

La Unión Eléctrica reporta un déficit superior a los 1.500 MW para el horario pico, mientras varias termoeléctricas clave permanecen fuera de servicio.

Díaz-Canel tiene miedo. Y tuvo más miedo a lo que descubrió en esa desobediencia que lo hizo irritar, quizás mucho más que las protestas, tan fáciles de criminalizar, de disolver.

Horas antes, también había salido de servicio la Unidad 6 de Energás Jaruco.

La salida de tres bloques en Renté se suma a las averías en Felton y Nuevitas, así como a la falta de combustible en la generación distribuida.

Afirmar que el régimen está aplicando las distintas fases de un plan de exterminio no es una broma, ni una exageración.
