En julio, luego de un pulso entre lo privado y lo estatal, se fijaron precios que las autoridades políticas y administrativas del territorio negociaron con un realismo políticamente doloroso y poco común.
No sé por qué, pero en ese momento pienso lo mal que estamos los cubanos. Hemos sido bombardeados tantos años con una inmensa cantidad de discursos, palabrejas raras, conceptos, ideas…
A inicios de este mes, José Daniel Ferrer había anunciado públicamente —mediante una carta enviada desde su celda para que fuese transcrita en Facebook— su decisión de partir al exilio, tras décadas de militancia frontal contra el gobierno cubano, «para poner a salvo a [su] esposa e hijos».