Mónica Baró

    El gobierno cubano encuentra nuevo culpable de todas sus angustias

    La dictadura del algoritmo, de Javier Gómez Sánchez, es un audiovisual simplemente feo. Muy feo. Es feo —y violento— el cartel que lo promociona,...

    El discurso de la polarización

    Que Cuba está dividida es un hecho. Cuba, América Latina toda, proviene de una fuerte tradición de pugnas políticas. A los cubanos siempre nos...

    El dolor que no necesitamos

    Hoy es el séptimo día en huelga de hambre y sed del artista Luis Manuel Otero, líder del Movimiento San Isidro, y yo no...

    Los carteles de Wilfredo Prieto y Luis Robles no son iguales

    No pocas veces he dicho que estoy en contra del embargo impuesto por el gobierno de Estados Unidos a Cuba. Yo apoyé la política...

    Al margen

    En Cuba, yo soy una persona marginada. El ejercicio independiente de mi profesión, el periodismo, es considerado un delito. Cada texto que yo he...

    Sacarse las tetas en una marcha también es importante

    Sinceramente, a mí me da un poco igual que me feliciten, o no, el 8 de marzo. Para mí, de hecho, el Día Internacional...

    Newsletter

    Recibe en tu correo nuestro boletín quincenal.

    Te puede interesar

    Los millones de GAESA, ¿cuántos son?

    Al economista Miguel Alejandro Hayes no le quedan dudas...

    La gran tragedia de la violencia política norteamericana 

    Mientras que son ciertos todos esos momentos —y son muchos— en que Kirk traficó con un lenguaje detestable e ideas que atacaban directamente a grupos marginalizados, también es cierto que dijo, en un instante de lucidez: «Cuando la gente deja de hablar, es cuando surge la violencia. Es entonces cuando ocurre la guerra civil, porque empiezas a pensar que el otro bando es tan malvado que pierde su humanidad». 

    Elegía del salto

    La gramática de la existencia incluye todas las figuras...