«Mucho dolor e impotencia». Familias cubanas rotas por el dengue

    «Mi primo en Cárdenas también falleció. ¿Hasta cuándo van a seguir diciendo que no hay muertos?», me dijo el 12 de octubre Odalys Borges, tras el reporte del deceso de otro cubano por complicaciones con el dengue. El chico se llamaba Darién, tenía 31 años, y el reclamo de su prima se debía a que el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) negaba los fallecimientos por dengue, chikungunya u oropouche en el país. «No hay muertos en Matanzas por esta enfermedad. Ni hay casos graves ni hay casos críticos ni hay fallecidos. Nadie puede esconder una epidemia ni los muertos», dijo el 9 de octubre el doctor José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública de Cuba.

    Según el dirigente, en el país había problemas, pero las autoridades sanitarias estaban «haciendo todo por salvar vidas». Un día antes, el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del MINSAP, también negaba los fallecidos, durante una transmisión en la Televisión Cubana. «Incluso hubo una fake news de que habían 11 fallecidos en una noche. Realmente eso no es así. Y no es que tratemos de minimizar. Es que realmente no se está produciendo», explicó. Sin embargo, el 15 de octubre, la doctora Carilda Peña García, viceministra de Salud Pública, informó que «en 2025 han fallecido en Cuba tres personas a causa de dengue, de acuerdo con los estudios necrológicos realizados y el diagnóstico previo de los pacientes».

    El médico y activista político Lucio Enriquez Nodarse, quien lleva semanas denunciando el descontrol por las arbovirosis en Matanzas y otras provincias, afirmó a El Estornudo que ese dato oficial «es totalmente falso», y añadió: «Si miras las redes, verás las denuncias de decenas de casos». Yuniel Rodríguez, un joven de 40 años y padre de dos hijas, falleció recientemente en el hospital de Cádenas, y su prima Sylce Alfonso dijo que a la familia la embargaba no solo el dolor, sino también la impotencia.

    Por su parte, el MINSAP no reconoce el colapso de los hospitales, pese a videos y denuncias de cuerpos de guardia abarrotados. La doctora Anaelis Santana Álvarez, directora del Hospital Pediátrico Provincial Eliseo Noel Caamaño, en Matanzas, dijo que todas las camas se encuentran ocupadas, pero por «la estricta aplicación del protocolo nacional de salud, que establece el ingreso hospitalario obligatorio para todos los menores de diez años con fiebre y sospecha de arbovirosis». Además, unas 70 camas extras fueron habilitadas en la sede de la Universidad de Ciencias Médicas de la provincia, para atender a los pacientes.

    Crisis epidemiológica en Matanzas preocupa cada días más a la población / Foto: periódico Girón
    Crisis epidemiológica en Matanzas preocupa cada días más a la población / Foto: periódico Girón

    «Tengo amigos que han perdido seres queridos hace poco»

    Deivis me contó, desde Matanzas, que lleva casi un mes con el virus y no es parecido a ningún otro que se conozca. Cada tres días padece un síntoma nuevo. Cuestiona cómo escogen los ingresos hospitalarios y domiciliarios. «Será con piedra, papel y tijera». Conoce personas que con 41 grados de fiebre, desmayados, los han mandado a su casa a pasar el virus. «Tengo amigos que han perdido seres queridos hace poco», dice. 

    Según la doctora Peña García, lo complejo de la situación epidemiológica estriba en que al dengue se sumó el chikungunya, e incluso las personas pueden padecer al mismo tiempo estas dos enfermedades o el oropouche. El chikungunya, que provoca un fuerte dolor en las articulaciones, tiene tres períodos: uno agudo; uno subagudo, donde los síntomas van remitiendo un poco, y un período crónico.

    Antes del anuncio oficial de las tres muertes por dengue, la periodista Yirmara Torres Hernández había denunciado en Facebook la situación en Matanzas «No. No hay muertos por chikungunya o dengue, pero creo que ya se acumulan unos cuantos, cuyas muertes se han acelerado por esas causas. No. No hay muertos, pero los hay. Eso lo saben muchas familias, vecinos y lo saben los médicos y los políticos que no han perdido su humanidad», dijo, y ofreció el testimonio del familiar de un fallecido. La persona tenía 70 años y duró solo un día en el Hospital Faustino Pérez. Con líquido en el pulmón, lo dejaron en una sala a su suerte, con suero y antibióticos, hasta que en la noche le dio un paro cardiorrespiratorio.  

    A su vez, Nubia Álvarez contó que su padre, «fuerte, ágil y bien alimentado», también falleció. Tenía 82 años y era hipertenso, aunque mantenía controlada la enfermedad. El 19 de septiembre amaneció con mucho dolor en las piernas, comenzó la fiebre y en la tarde ya no podía caminar. Lo hidrataron, bajaron su fiebre, los pies se engarrotaron el lunes, se desmayó, le pusieron suero y fue llevado al hospital. Empezó a delirar y quería levantarse a comprar un saco de carbón. El miércoles lo pasaron a terapia intensiva y el viernes falleció. «Era amigo de todos, conocía a muchísimas personas y siempre hablaba de los principios de la revolución. Los médicos trabajaron duro con él, pero no logré traer a mi Pipo a casa. Duele y es muy difícil de entender. Nunca se quejó de dolor de cabeza ni vómitos ni diarreas, los síntomas fueron chikunguña…»

    Según el MINSAP, el primer paciente fue un viajero que vino de Bolivia y residía en el antiguo Central España, municipio Perico. Ya el pasado 24 de julio, Amanda Placencia denunciaba la situación en ese pueblo. Entonces, al menos una persona había fallecido por complicaciones derivadas de la enfermedad. «A abuelo le pusieron en el certificado de muerte que murió por vejez y eso no es verdad», me dijo un cubano en un audio enviado bajo condición de anonimato.

    En Cárdenas también falleció María Elena Walter, delegada y presidenta del Consejo Popular de La Marina. «Su familia toda ha entregado la vida a la causa revolucionaria», dijo la periodista Yaisa Fragela González en las redes sociales. María Elena padecía de enfermedades crónicas propias de los adultos mayores, pero, según los vecinos, enfermó de una de las arbovirosis y el desenlace fue fatal.

    En ese sentido, el doctor Lucio Enriquez Nodarse explicó a El Estornudo que, durante eventos epidémicos, el gobierno del país ejerce presión directa sobre los profesionales de la salud para que redacten los certificados de defunción de forma que no reflejen las verdaderas causas de muerte. Justamente, una de las estrategias más utilizadas es atribuir la muerte a una enfermedad crónica preexistente —como la diabetes, la hipertensión o la cardiopatía— en lugar de consignar la causa real desencadenante. Por ejemplo, el dengue hemorrágico.

    Newsletter

    Recibe en tu correo nuestro boletín quincenal.

    Te puede interesar

    Luis Robles: «Vamos a seguir en la lucha por lograr una...

    El ex-preso político cubano Luis Robles afirmó este miércoles...

    La larga lucha de José Daniel Ferrer

    Tras más de 20 años de activismo político, el...

    De Mar Verde a Miami: el destierro fue un lunes para...

    A inicios de este mes, José Daniel Ferrer había anunciado públicamente —mediante una carta enviada desde su celda para que fuese transcrita en Facebook— su decisión de partir al exilio, tras décadas de militancia frontal contra el gobierno cubano, «para poner a salvo a [su] esposa e hijos».

    Basura como paisaje

    Ni recursos suficientes, ni responsabilidad administrativa, ni previsión epidemiológica, ni genuina voluntad política más allá del histriónico voluntarismo de siempre.

    Apoya nuestro trabajo

    El Estornudo es una revista digital independiente realizada desde Cuba y desde fuera de Cuba. Y es, además, una asociación civil no lucrativa cuyo fin es narrar y pensar —desde los más altos estándares profesionales y una completa independencia intelectual— la realidad de la isla y el hemisferio. Nuestro staff está empeñado en entregar cada día las mejores piezas textuales, fotográficas y audiovisuales, y en establecer un diálogo amplio y complejo con el acontecer. El acceso a todos nuestros contenidos es abierto y gratuito. Agradecemos cualquier forma de apoyo desinteresado a nuestro crecimiento presente y futuro.
    Puedes contribuir a la revista aquí.
    Si tienes críticas y/o sugerencias, escríbenos al correo: [email protected]

    Artículos relacionados

    Leandro Feal: «La fotografía del derrumbe no me atrae demasiado»

    El pasado 17 de julio, desde Madrid, conversé por...

    Luis Robles: «Vamos a seguir en la lucha por lograr una Cuba en democracia»

    El ex-preso político cubano Luis Robles afirmó este miércoles...

    La larga lucha de José Daniel Ferrer

    Tras más de 20 años de activismo político, el...

    Basura como paisaje

    Ni recursos suficientes, ni responsabilidad administrativa, ni previsión epidemiológica, ni genuina voluntad política más allá del histriónico voluntarismo de siempre.

    DEJA UNA RESPUESTA

    Por favor ingrese su comentario!
    Por favor ingrese su nombre aquí