Como yo, el ensayo se obstina en la búsqueda de unas respuestas que nadie sabe si existen. Esa incertidumbre me otorga el consuelo de los agnósticos, la posibilidad de que un día la calle que me sacó de Cuba, y que tira de mí cada vez que mi vida comienza a ralentizarse, termine por desembocar en el que, se supone, es el sitio que me corresponde.
"Realmente decir cosas no es lo que nos hace entendernos, pudiera ser que estemos expuesto a una expresión mayor, donde somos usados como palabras en la imaginación de otra voz caprichosa"