Por las calles, esquinas, campos, cuerpos de agua dulce y salada, patios y playas del Caribe colombiano me encontré a los niños entregados a la diversión; fue inevitable prestar atención a sus travesuras.
Todavía abrazan los juegos tradicionales: la cometa, el trompo, el escondite, la rayuela, la bicicleta, el fútbol. Y, entre sombreros, polleras y bailes, la cotidianidad se deleita y el desarraigo pierde su brío. Son un poema en movimiento, un río sensible; son los latidos del paisaje. Saben comunicarse con la lluvia.
Linda Esperanza Aragón. Sin parpadear.Linda Esperanza Aragón. Sin parpadear.Linda Esperanza Aragón. Sin parpadear.Linda Esperanza Aragón. Sin parpadear.Linda Esperanza Aragón. Sin parpadear.
Si parpadeaba podía perder estas escenas… Los niños de mi Caribe danzan, corren, nadan y saltan. Esa inquietud es luz.
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Llegué a pedirle una señal, a preguntarle a mi admirada Helen Levitt: ¿cómo le hacía?
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Siempre fue hermoso porque al obturar regresaba a mi niñez, vivida también en un pueblo caribe.
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Fueron siete años observando sus vidas. ¿Acaso intentaba justo eso: volver a la infancia, perderme otra vez en sus ajetreos y recovecos?
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Seguramente hay escenas que me han faltado; no lo conté todo. Debo confesar que me costó cerrar este proyecto, pero estoy aprendiendo… Hoy lo he dejado ir.
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A Bill Clinton le gustaba de decir que «los demócratas se enamoran, los republicanos cierran filas» (Democrats fall in love, Republicans fall in line). Este adagio ha sido una víctima más del paso del ex-presidente y candidato republicano Donald Trump por la política de Estados Unidos.
Para llegar hasta Dubái, un cubano solo necesita tener un pasaporte con una vigencia de más de seis meses, una visa que se tramita de manera digital, sin tener que hacer cita o ir a una entrevista en un consulado, y dinero en el orden de los dos mil a tres mil dólares...
El 25 de julio de 2024, durante mi penúltima noche en Cuba, cuando disfrutaba en Matanzas de la pieza teatral «El Baracutey», del grupo El Portazo, recibí un mensaje de texto. Anunciaba lo que mi cabeza había anticipado hacía años. Mi padre biológico, finalmente, había muerto.
«Prefiero siempre que el escenario de un poema y la entidad a quien dirijo mis palabras queden sumidos en la mayor ambigüedad posible. Me siento mejor cuando la expresión fluctúa entre dudas esenciales, permanentes, y proposiciones transitorias, tácitas o explícitas, destinadas a un oído que me escuchó alguna vez y que, supongo, podría escucharme aún».
Nunca se ha reconocido un final oficial del Período Especial en Tiempos de Paz. Creo que ha sido, precisamente, porque nunca hemos salido de él. De hecho, aunque con diferentes epítetos eufemísticos, hemos seguido deslizándonos por la pendiente de la pobreza.
El Estornudo es una revista digital independiente realizada desde Cuba y desde fuera de Cuba. Y es, además, una asociación civil no lucrativa cuyo fin es narrar y pensar —desde los más altos estándares profesionales y una completa independencia intelectual— la realidad de la isla y el hemisferio. Nuestro staff está empeñado en entregar cada día las mejores piezas textuales, fotográficas y audiovisuales, y en establecer un diálogo amplio y complejo con el acontecer. El acceso a todos nuestros contenidos es abierto y gratuito. Agradecemos cualquier forma de apoyo desinteresado a nuestro crecimiento presente y futuro.
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Comunicadora social-Periodista, fotógrafa documental y especialista en Gerencia de la Comunicación para el Desarrollo Social, con residencia en el Caribe colombiano. Desde la escritura y la fotografía cuenta historias sobre la vida cotidiana y la cultura popular de los lugares que visita. Ha expuesto en varios países de Latinoamérica y publicado en Gatopardo, Hayo Magazine, El Espectador, El Tiempo, Semana Rural, Cartel Urbano, entre otros. Ganadora del segundo lugar en la categoría Turismo del Xilópalo, Premio Nacional de Periodismo Digital (2023), con la crónica «Palenque late en los cinco sentidos», publicada en El Estornudo.
El Foro Penal Venezolano pudo verificar, entre el 29 de julio y la mañana del 18 de agosto, un total de mil 503 arrestos en los 24 estados del país, la mayoría provenientes de barrios de Caracas y de Carabobo, donde vive Kennedy. Este registro permite precisar que, entre esa masa levada que no para de crecer, hay 129 adolescentes, 14 indígenas, 18 personas con discapacidad y 200 mujeres.
Bebo de esa agua a través de las fotografías. Ya no vivo cerca del río ni de la ciénaga, pero vuelvo siempre y alimento mi obsesión visual. El agua crece en mí y cuando se desborda vuelvo a nacer. Y la cámara me permite ser aquella niña.
‘Los placeres del exilio’ son, más que nada, la posibilidad de hacer una lectura que pudiéramos llamar imaginal y a contracorriente de la historia caribeña y americana; una novedosa forma de ver la realidad desde la conciencia de un sujeto que, aunque se sabe colonial, no vacila en apropiarse de la lengua del amo para lograr su independencia cultural y política.
El próximo 1 de octubre, Claudia Sheinbaum, de 61 años, asumirá como la primera mujer presidenta de México. Se trata de una científica y académica que cuenta con una licenciatura en Física, un doctorado en Ingeniería Energética, y una amplia experiencia tanto en proyectos ecologistas como en la administración pública. En rigor, la próxima mandataria ha roto muchos de los esquemas en que una sociedad tan machista como la mexicana suele enmarcar a la mujer.