En la actualidad, los «comités» son una entidad totalmente inútil. Existen muy pocas personas, a nivel de base, que quieran convertirse en dirigentes cederistas. Solo quedan unos cientos o tal vez miles de burócratas y oportunistas que se presentan ante el mundo como parte de la sociedad civil cubana: «defensores de la Patria ante los deseos de Estados Unidos de derrocar al sistema socialista cubano».
Nunca se ha reconocido un final oficial del Período Especial en Tiempos de Paz. Creo que ha sido, precisamente, porque nunca hemos salido de él. De hecho, aunque con diferentes epítetos eufemísticos, hemos seguido deslizándonos por la pendiente de la pobreza.
De nuestra generación, esa que carga con el pecado y la culpa de haber creído, ingenuamente, en un proyecto frustrado, algunos hemos despertado, pero tal vez, efectivamente, demasiado tarde. Ya no tenemos las fuerzas para enfrentarnos ni siquiera a nuestras propias conciencias.