MIAMI, Estados Unidos. – Las autoridades sanitarias cubanas informaron este viernes un aumento en el número de fallecidos asociados a arbovirosis en el país, que asciende ya a 55 muertes, de las cuales 18 se atribuyen al dengue y el resto al chikunguña, según datos oficiales ofrecidos por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
La información fue confirmada por la viceministra de Salud Pública Carilda Peña García durante su comparecencia en el programa televisivo Buenos Días. De acuerdo con la funcionaria, en el análisis semanal realizado por las comisiones médicas “hubo tres personas que desgraciadamente fallecieron por chikunguña”.
Peña García precisó que el grupo etario más afectado sigue siendo el de los menores de 18 años, una tendencia que, según dijo, se mantiene tanto en los casos graves como en los fallecimientos.
Al cierre de este jueves, el sistema de vigilancia sanitaria había detectado 2.188 personas con síndrome febril inespecífico en el país. La viceministra señaló que, aunque se ha ampliado la red de pesquisa activa, el número de personas con este tipo de síntomas “va disminuyendo”. La mayoría de estos pacientes, añadió, no requiere ingreso hospitalario y es atendida en sus hogares bajo seguimiento médico.
En cuanto al chikunguña, las autoridades reportaron 372 nuevos casos en un solo día, de los cuales 27 fueron confirmados por PCR y el resto corresponde a sospechas clínicas. Con estas cifras, Cuba acumula 47.756 casos de la enfermedad.
Por arbovirosis en general, 43 pacientes se encontraban ingresados en salas de cuidados intensivos intermedios, lo que representa un incremento de cinco casos graves respecto al día anterior, según los datos oficiales.
Respecto al dengue, la tasa de incidencia de casos sospechosos se situó en 8,32, un valor inferior al reportado en igual período del año pasado, cuando alcanzaba 12,51, de acuerdo con el MINSAP. En relación con el virus Oropouche, Peña García aseguró que no se han diagnosticado casos en el país, aunque se mantiene la vigilancia clínica, epidemiológica y molecular.
Por otra parte, la viceministra abordó inquietudes relacionadas con la circulación regional del virus H3N2 de la influenza. Confirmó que en Cuba ha circulado el H3N2, pero negó la presencia de la variante conocida como clado K.
Las propias autoridades sanitarias cubanas han admitido que las cifras oficiales de infectados representan un subregistro. Según recordaron en la televisión estatal, muchos enfermos no acuden a los centros médicos.
El Gobierno cubano reconoció por primera vez el 12 de noviembre la existencia de una epidemia de chikunguña y dengue en el país, pese a que los primeros casos se diagnosticaron en julio y las infecciones comenzaron a dispararse en septiembre y octubre.
La epidemia ha encontrado en Cuba un terreno especialmente propicio para expandirse debido a la grave crisis económica que atraviesa el país. Esa situación limita la capacidad de prevención —en particular la fumigación masiva contra los mosquitos—, de control —mediante test de laboratorio para confirmar el tipo de enfermedad— y de atención a los enfermos, por la falta de medicamentos y otros insumos sanitarios.








