MIAMI, Estados Unidos. – El epidemiólogo ruso Gennadiy Onishchenko aconsejó a sus compatriotas evitar los viajes internacionales durante las fiestas de fin de año, en particular a destinos tropicales como Cuba, debido a los brotes de enfermedades transmitidas por mosquitos y al deterioro de las condiciones sanitarias en la Isla.
Las advertencias del especialista se suman a una alerta previa de la Embajada de Rusia en La Habana y llegan en medio de una epidemia que ya ha causado decenas de muertes reconocidas por las autoridades cubanas.
En declaraciones al medio ruso Life.ru, Onishchenko fue tajante: “Quien aún no ha comprado un viaje, que no lo haga. Y quien ya lo tenga, que lo devuelva y piense en descansar cerca de casa. Viajar al extranjero y arriesgarse a contraer una infección, pagando por ello, es, como mínimo, una tontería”.
El epidemiólogo vinculó directamente sus recomendaciones con la situación sanitaria cubana. Onishchenko sostuvo que “la combinación de apagones, falta de medicamentos y brotes infecciosos hace de Cuba un destino de alto riesgo” y recomendó a sus conciudadanos “pasar las fiestas en casa y cuidar la salud”.
Asimismo, subrayó que su preocupación no se limita al virus chikunguña, cuyo brote afecta actualmente a Cuba y otras zonas del Caribe, sino al impacto global que el viaje puede tener sobre personas vulnerables. “No se trata solo del virus, sino de los riesgos climáticos y del esfuerzo físico que implican los cambios bruscos de temperatura”, alertó el especialista, al recordar el salto desde un clima tropical húmedo a temperaturas bajo cero en invierno para muchos viajeros rusos.
Las advertencias del epidemiólogo se producen pocos días después de que el propio Gobierno cubano reconociera la gravedad de la situación epidemiológica. El 1 de diciembre, la viceministra de Salud, Carilda Peña, informó que 33 personas habían muerto en los últimos meses por enfermedades transmitidas por mosquitos: 12 por dengue y 21 por chikungunya, al menos 21 de ellas menores de 18 años. La funcionaria añadió que la epidemia ha afectado a “al menos un tercio de la población” y mencionó a La Habana y Santiago de Cuba entre las zonas más golpeadas.
El brote se ha visto agravado por la crisis económica, la falta de combustible y la escasez de recursos para fumigar, retirar basura acumulada y reparar infraestructuras defectuosas, factores que favorecen la proliferación de mosquitos del género Aedes, transmisores de dengue, chikungunya y otros arbovirus.
En este contexto, la posición de Onishchenko supone un nuevo revés para la ya golpeada industria turística cubana, que cuenta con Rusia como uno de sus principales mercados emisores.
A finales de octubre, la Embajada de Rusia en Cuba difundió en sus canales oficiales un mensaje dirigido a ciudadanos rusos en la Isla o con planes de viajar, donde alertaba sobre “el aumento estacional en el país de la incidencia de dengue, chikungunya y fiebre del Oropouche, que se transmiten por la picadura de mosquitos infectados”, de acuerdo con una nota de la propia misión diplomática. En ese comunicado, la Embajada pidió a los viajeros que “tenga[n] en cuenta este factor cuando visite[n] Cuba y observe[n] las precauciones necesarias”.
El medio REPORTUR.mx recuerda además que aquella alerta sorprendió porque Rusia se ha consolidado como uno de los principales mercados turísticos de la Isla.
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