MIAMI, Estados Unidos. – Varios gobiernos mantienen alertas activas dirigidas a sus ciudadanos sobre los riesgos de viajar a Cuba en medio de una epidemia de arbovirosis —principalmente dengue y chikunguña— que las propias autoridades cubanas han reconocido como tal.
Hasta el momento, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba ha reconocido 44 muertes por arbovirosis en los últimos meses, muchas de ellas en menores de 18 años. El propio Francisco Durán García, jefe de Epidemiología del MINSAP, admitió que la ola de enfermedades transmitidas por mosquitos ha afectado a casi un tercio de la población.
Desde finales de septiembre, los CDC mantienen un aviso de viaje de nivel 2 para Cuba, lo que implica riesgo elevado por brote activo de chikunguña y la recomendación de tomar precauciones reforzadas. El organismo explica que la enfermedad se transmite por mosquitos, insiste en el uso sistemático de repelente, ropa de manga larga y alojamiento con aire acondicionado o mosquiteros, y señala que “se recomienda la vacunación para los viajeros que visiten un área con un brote de chikunguña”.
Sobre esa misma base, la Embajada de Estados Unidos en La Habana emitió una “alerta sanitaria” el 30 de septiembre (la sede diplomática la ha reiterado varias veces). El Departamento de Estado, por su parte, mantiene un aviso de viaje general para Cuba por motivos políticos y de seguridad, pero remite expresamente a la página del CDC para la información más reciente sobre riesgos sanitarios.
En el Reino Unido, la Oficina de Asuntos Exteriores, Commonwealth y Desarrollo (FCDO, por sus siglas en inglés) actualizó su sección de salud en la guía de viaje sobre Cuba para recoger el reconocimiento oficial de La Habana y el aviso del CDC. El texto señala que “el Gobierno cubano ha declarado una epidemia de arbovirus” tras el aumento de casos de dengue, Oropouche y chikunguña, y añade que el CDC ha emitido un aviso de nivel 2 por el brote de chikunguña en la Isla.
La FCDO remite además a la plataforma TravelHealthPro, del sistema público de salud británico, donde Cuba aparece listada con riesgo de dengue, chikunguña y otros virus transmitidos por mosquitos. El nivel de alerta británico no prohíbe viajar, pero sí recomienda a los ciudadanos valorar el riesgo sanitario, consultar la información de vacunación y extremar las medidas de prevención frente a las picaduras.
En el caso de España, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha endurecido sus recomendaciones de viaje. La ficha oficial sobre Cuba indica que el país «padece en estos momentos una grave epidemia, con brotes simultáneos de diversas enfermedades víricas transmitidas por mosquitos», entre las que destacan el dengue y la chikunguña.
Según un análisis reciente de El Confidencial Digital, que cita directamente esas recomendaciones oficiales, Exteriores aconseja a los viajeros “abstenerse de viajar a Cuba si no se está vacunado” contra el chikunguña y recuerda que se trata de la única vacuna disponible actualmente en España, además de recomendar vacunarse contra el dengue y la hepatitis A antes de desplazarse a la Isla.
México también ha emitido un aviso específico a sus ciudadanos. La embajada de ese país en La Habana publicó en su web oficial un comunicado titulado “Aviso sobre arbovirosis”, en el que se refiere a la “compleja situación sanitaria derivada de la transmisión de arbovirosis (dengue, zika, chikungunya, Oropuche)” en la Isla y recomienda a quienes planeen viajar que contraten un seguro de gastos médicos con cobertura en Cuba.
El texto subraya que “es altamente recomendable contar con un seguro de gastos médicos con cobertura en la Isla, por si llegara a requerir atención médica”, e insta a los turistas a usar en forma abundante repelente contra mosquitos y, de ser posible, ropa de manga larga y pantalones. Además del aviso puntual, la Secretaría de Relaciones Exteriores mantiene una ficha de país donde recuerda que los mexicanos necesitan visa para viajar a Cuba y remite a la embajada para información adicional, incluido el apartado de avisos sanitarios.
Incluso el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, un aliado histórico del régimen de La Habana y uno de los principales emisores de turistas a la Isla, ha difundido varias notas sobre la situación en Cuba. En una de ellas, publicada en el portal oficial de la embajada de ese país euroasiático en La Habana, recomienda tomar medidas de precaución “en relación con la situación epidemiológica existente en Cuba y los informes del Ministerio de Salud local sobre el aumento de la incidencia en la Isla de fiebres tropicales como el dengue y la chikunguña”.
En comunicados posteriores, la legación rusa ha insistido en que “en Cuba se mantiene una situación epidemiológica compleja debido a las arbovirosis transmitidas por picaduras de mosquitos” y ha recomendado “insistentemente” usar repelente y ropa cerrada, en especial en las horas de mayor actividad de los mosquitos. Medios rusos orientados al turismo han recogido estas advertencias de la embajada y las presentan expresamente como recomendaciones para quienes planean viajar a la Isla.
También Canadá mantiene para Cuba un nivel de riesgo general de “ejercer un alto grado de precaución” debido a la escasez de alimentos, medicinas y combustible, e incluye en la sección de salud la referencia a enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue y la chikunguña, a través de los avisos sanitarios específicos de su Agencia de Salud Pública. Aunque el texto no emplea la palabra “epidemia”, sí considera estos virus como un riesgo de viaje en el contexto actual.
Otros gobiernos han reforzado los apartados sanitarios de sus guías sobre Cuba, poniendo el foco en las enfermedades transmitidas por mosquitos. La web Smartraveller del Gobierno australiano, por ejemplo, advierte que en Cuba “las enfermedades transmitidas por insectos, incluido el dengue y la chikunguña, son frecuentes” e insta a asegurar que el alojamiento sea a prueba de insectos y a utilizar repelente. La plataforma oficial SafeTravel, del Gobierno de Nueva Zelanda, también menciona a Cuba entre los destinos donde las enfermedades transmitidas por insectos —incluido el dengue— representan un riesgo sanitario relevante.
Fuera del ámbito estrictamente gubernamental, organismos y medios especializados en salud y viajes vienen destacando el caso cubano. Diversos reportes señalan que los CDC incluyeron a Cuba entre los países para los que ha emitido avisos de viaje por chikunguña en los últimos meses, y que viajeros procedentes de la Isla han sido diagnosticados con esta enfermedad al regresar a Europa.
En Cuba, el deterioro de las condiciones ambientales —basura acumulada, agua estancada, cortes de suministro que impiden mantener la higiene básica— ha creado un escenario ideal para la proliferación del mosquito Aedes aegypti y otros vectores. A ello se suma la coexistencia de otros virus, como el Oropouche, que complican el diagnóstico diferencial y saturan aún más los servicios de salud.
Hasta el momento, ninguna de las grandes potencias emisoras de turistas ha llegado a recomendar de forma general evitar todo viaje no esencial a Cuba exclusivamente por la epidemia de arbovirus, pero sí han endurecido los avisos sanitarios y, en el caso de España, han llegado a sugerir que no se viaje si no se cuenta con las vacunas recomendadas.
Para los cubanos, estas alertas internacionales son también una confirmación externa de una crisis que llevan meses padeciendo dentro del país sin acceso pleno a datos, medicinas ni tratamientos de soporte adecuados.








