MIAMI, Estados Unidos. – El Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) reconoció este lunes la muerte de 33 personas por arbovirosis en el país, en un contexto que la propia institución califica de “complejo”, con amplia circulación de dengue y chikunguña en todo el territorio nacional.
Según informó la viceministra de Salud Pública, Carilda Peña García, en el programa televisivo Buenos Días, de los 33 fallecimientos confirmados, 12 se atribuyen al dengue (siete en menores de 18 años) y 21 al chikunguña (14 también menores de 18 años).
La funcionaria explicó que, aunque el sistema de vigilancia del “síndrome febril” muestra una disminución general en la curva de casos, existen territorios donde la tendencia apunta al incremento. En ese contexto, señaló que “el corredor endémico de la fiebre se encuentra en zona de epidemia”, con la única excepción del municipio especial Isla de la Juventud y la provincia de Matanzas; en el resto del país, el comportamiento se orienta hacia niveles epidémicos.
En relación con el chikunguña, Peña García reportó 5.717 nuevos casos en la última semana analizada, la mayoría clasificados como sospechosos a partir de criterios clínico-epidemiológicos. El acumulado hasta el cierre del domingo previo asciende a 38.938 casos, de los cuales 37.678 corresponden a sospechas clínicas y solo 1.260 han sido confirmados mediante pruebas de PCR.
Sobre el dengue, la viceministra subrayó que la enfermedad mantiene circulación activa en todo el país. “Sigue en las 14 provincias, los 43 municipios y las 51 áreas de salud”, precisó durante su intervención.
En cuanto a la estrategia diagnóstica, insistió en la particularidad del esquema cubano en un escenario epidémico. “Hemos explicado varias veces que el PCR es la prueba confirmatoria, pero ante una situación epidémica como tenemos en el país”, señaló, para luego explicar que los casos que se presentan con sospecha clínico-epidemiológica se consideran también positivos a efectos de la vigilancia y el manejo sanitario, aunque no todos cuenten con confirmación por laboratorio.
El MINSAP también informó un incremento del índice de infestación por mosquitos, que se sitúa en 0,89. Las provincias de Camagüey, Pinar del Río, Santiago de Cuba, Sancti Spíritus y La Habana figuran entre las que presentan los valores más elevados.
El reporte oficial insiste en que el incremento de los índices de infestación se relaciona con las condiciones ambientales y estructurales ya señaladas en actualizaciones previas del propio MINSAP: acumulación de agua, dificultades en el abasto, deficiencias en la recogida de desechos y limitaciones materiales para sostener de manera sistemática las fumigaciones y otras acciones de control vectorial.
Los reportes oficiales no ofrecen detalles sobre la distribución territorial de los fallecidos, ni precisan las fechas exactas de los decesos ni las comorbilidades de los pacientes, datos que resultarían relevantes para dimensionar mejor el impacto real de la actual ola de arbovirosis.
El reconocimiento de 33 muertes por arbovirosis se produce pocas semanas después de que la propia Carilda Peña García admitiera públicamente, el pasado 15 de octubre, que en 2025 habían fallecido en Cuba “tres personas a causa de dengue, de acuerdo con los estudios necrológicos realizados”. En aquella ocasión, la viceministra también evitó ofrecer datos sobre la identidad, lugar de residencia o fecha de fallecimiento de esas tres personas.
Ahora, con la confirmación de 12 muertes por dengue y 21 por chikunguña, el propio MINSAP reconoce una expansión significativa tanto en el número de fallecidos como en la extensión geográfica de las arbovirosis, que alcanzan a todas las provincias del país y a decenas de municipios y áreas de salud.
Al cierre de su intervención, Peña García emitió un llamado de alerta a la población, en especial a las familias, para que refuercen las medidas de control y protección frente al mosquito, con énfasis en los grupos más vulnerables, como los adultos mayores que viven solos y los menores de un año.
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