SANTA CLARA, Cuba. – Varios poblados rurales, casi todos pertenecientes al municipio de Camajuaní, en Villa Clara, sufren apagones de más de 24 horas. Las zonas de Vega Alta, La luz, La Quinta y Carmita permanecen con cortes prolongados desde hace meses.
Varios vecinos de estas localidades se pusieron en contacto con el perfil de Facebook Nio reportando un crimen para denunciar la situación, que empeoró luego de que la Empresa Eléctrica realizara cambios en la estructura de los bloques a los que pertenecen estas comunidades. Los residentes en estas zonas describieron “un verdadero estado de terror energético, agravado por decisiones poco transparentes y una falta total de respuesta institucional”. Varios meses atrás, la Empresa Eléctrica modificó la línea de su bloque original y la unió a los circuitos 129 y 72 de la cabecera municipal para “proteger entidades de mayor consumo”, según explica la publicación de Nio reportando un crimen.
“¿Hasta cuándo será el abuso, hasta dónde van a llegar con lo sinvergüenza, hasta dónde tenemos que seguir aguantando años de castigo?”, publicó un residente de Vega Alta en el grupo público de esta localidad. “Son ya incontables las horas de apagón que sufrimos a diario y estamos cansados de oír promesas incumplidas. Los pocos alimentos que tienen las personas se están pudriendo y a nadie le importa”, también lamentó.

Esta misma semana los residentes de esas zonas rurales sufrieron dos días íntegros de apagón y, el pasado día 7, luego de 27 horas sin electricidad, solo tuvieron servicio por 30 minutos, según reportan los propios vecinos de Vega Alta en Facebook. “No ha habido una sola noche con corriente en meses, los televisores y los refrigeradores están de adorno. Aquí se cocina con leña y ni tiempo da a cargar lámparas ni celulares. Por supuesto que no hay ni internet y la cobertura solo se coge en algunas partes altas”, detalló Carmen, vecina de Batey Viejo, en las inmediaciones de Carmita.
El consumo aproximado de estas localidades con pocos habitantes ni siquiera supera los 1,5 MW y su población, mayoritariamente campesina y envejecida, no cuenta con recursos económicos para adquirir fuentes alternativas de energía. Tampoco existe en estos poblados asignación de gas licuado, por lo que sus residentes dependen exclusivamente de la electricidad o de la venta esporádica de queroseno mediante la libreta de abastecimiento que no llega a las bodegas desde hace más de un año.

“Muchas personas no tienen cómo cocinar ni una vianda hervida, mucho menos una comida. No han puesto agua, no buscan alternativas para bombear. Es lo peor que se vive”, denunció Caridad Cid, residente en Camajuaní, donde también los cortes superan las 30 horas.
Vecinos de otras zonas del circuito norte de Villa Clara como Taguayabón, Macagual, Vueltas, José María Pérez (antiguo Central El Fe), Remedios y Caibarién reportan una situación similar. “Tuvimos 55 horas de apagón, comentó al pie de una de las publicaciones de Facebook citadas la remediana Emelina Bonachea. “La pusieron desde las 8:00 y pico y a las 2:45 a.m. la volvieron a quitar, y no la han puesto más. Es abusivo con el pueblo”.








