LIMA, Perú – El régimen cubano ha apostado varios agentes de la Seguridad del Estado en la entrada del Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Iñiguez Landín de Holguín, donde el preso político Yosvany Rosell Garcia Caso se encuentra hospitalizado.
Las imágenes, compartidas por el medio independiente Diario de Cuba a través de Facebook, muestra a los agentes de la dictadura custodiando el centro de salud, lugar en el que García Caso cumple este domingo 39 días de huelga de hambre.
García Caso inició la huelga el 23 de octubre en demanda de libertad para todos los presos políticos de la Isla. Condenado a 15 años de cárcel por su participación en las manifestaciones del 11 de julio de 2021, durante su tiempo en prisión, ha recurrido en varias ocasiones a la huelga de hambre como método de protesta.
Esta última semana, el Centro de Denuncias Defensa CD presentó una solicitud urgente de medida cautelar de protección ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), alertando que la situación de García Caso supone un riesgo real e inminente de fallecimiento.
La Embajada de Estados Unidos en Cuba también expresó preocupación por el grave estado de salud del preso político. Desde la red social X la sede consular recordó que Yosvany Rosell García Caso cumple una “injusta condena” en “condiciones inhumanas en la prisión de El Yayal”.
“No hay justificación alguna para el maltrato que sufre. Debe ser liberado y recibir atención médica adecuada”, se lee en la publicación.
Por su parte, el congresista estadounidense Mario Díaz-Balart exigió el pasado lunes al régimen cubano la liberación inmediata del preso político.
Actualización de salud de Yosvany
“Está consciente, pero muy débil, es notable su color pálido y la pérdida de peso, sus ojeras y sus ojos profundos”, así describió Mailín Rodríguez Sánchez a su esposo, el prisionero político Yosvany Rosell García Caso.
Rodríguez Sánchez pudo verlo este sábado en la sala de terapia intermedia del Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Íñiguez Landín, en Holguín, centro al que fuera trasladado el 19 de noviembre desde la prisión Cubasí.
En declaraciones a CubaNet, la esposa del joven de 37 años explicó que este sigue siendo reportado en “estado crítico sin pronóstico” por los médicos. Además, no se deja tocar, solo permitió que le tomaran la presión y la tenía muy baja, “algo muy peligroso en su estado”, ingiere poca agua y ya presenta fallo renal.
Asimismo, comentó que permanece custodiado todo el tiempo por oficiales de la Seguridad del Estado y esposado a la cama. “Una esposa con una cadena de uno de sus pies”.
“Dios mío, qué horror, he venido a casa impactada solo pensando que, además de estar sufriendo por esa huelga, tenga que estar amarrado también”, expresó.
“Yo hago responsable al gobierno cubano por la vida de mi esposo porque gracias a ellos hoy se encuentra preso injustamente y en peligro de vida, alejado de su familia, de sus tres hijos por más de cuatro años, solo por querer un mejor futuro para ellos. Él no cometió ningún delito porque manifestarse pacíficamente es un derecho constitucional”, afirmó.








