MIAMI, Estados Unidos. – Los cubanos llegarán a la noche de Navidad con apagones masivos, según el parte oficial de la Unión Eléctrica (UNE) publicado este jueves. La entidad pronosticó que, en el horario pico, el déficit será de 1.935 megavatios (MW) y la afectación de 1.965 MW.
Ese nivel de afectación equivale a aproximadamente el 60% de la demanda nacional.
La UNE informó además que el miércoles “se afectó el servicio durante las 24 horas” y que la máxima afectación fue de 2.015 MW a las 18:30, “superior a lo planificado por no entrar la Unidad 6 de la CTE Mariel”.
Entre las principales incidencias, la nota oficial reportó averías en las unidades 5 y 6 de la CTE Antonio Maceo, las unidades 5 y 8 de la CTE Mariel y la Unidad 2 de la CTE Felton, además de mantenimientos —incluida la Unidad 6 de Mariel— y “limitaciones en la generación térmica” por 549 MW fuera de servicio.
El parte también atribuyó parte del faltante a restricciones por combustible: “62 centrales de generación distribuida con 576 MW”, “108 MW en la central fuel de Moa” y “129 MW indisponibles por falta de lubricante”, para un total de 813 MW afectados por esa causa.
Como única mejora prevista para la tarde-noche, la UNE calculó la entrada de la Unidad 6 de la CTE Mariel con 70 MW y el “completamiento” de la Unidad 3 de la CTE Cienfuegos con 50 MW, pero aun así mantuvo el pronóstico de una afectación de 1.965 MW en el pico.
Antes de Navidad
La Unión Eléctrica ha reconocido que en La Habana los cortes no programados superan a menudo las nueve horas diarias, mientras en varias provincias los hogares disponen de solo dos a cuatro horas de electricidad cada día. A esto se añaden sucesivas fallas de plantas termoeléctricas envejecidas que han provocado apagones nacionales repetidos en menos de un año, en medio de la peor crisis económica en décadas.
Cuba ha sufrido cinco desconexiones totales del sistema en menos de 12 meses: el 18 de octubre, el 6 de noviembre y el 4 de diciembre de 2024, además del 14 de marzo y el 10 de septiembre de este año. En el caso de septiembre, el detonante volvió a ser la salida imprevista de la Central Termoeléctrica (CTE) “Antonio Guiteras”.
Fuera de los colapsos generales, La Habana y otras provincias han sufrido cortes extendidos por disparos de subestaciones y salidas de unidades térmicas, entre ellas la propia Felton, así como episodios recientes de apagones masivos en la capital por fallos en líneas y subestaciones, según la cobertura de medios y testimonios recopilados por la prensa.
El Gobierno cubano culpa a las sanciones estadounidenses de la situación del SEN, pero activistas y analistas independientes ponen la responsabilidad sobre La Habana, que lleva décadas sin invertir en sus termoeléctricas.
Según la UNE, las interrupciones del servicio tienen como causas principales las averías en centrales térmicas con décadas de explotación y la falta de combustible y de divisas para importarlo. El panorama energético, que se ha agravado desde mediados de 2024, dejó promedios de casi 16 horas diarias sin electricidad en julio y de casi 15 en agosto, con cortes superiores a 20 horas al día en grandes ciudades como Santiago de Cuba, Matanzas y Holguín.
De acuerdo con EFE, diversos cálculos independientes estiman que el Ejecutivo necesitaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el sistema eléctrico, una suma de la que La Habana no dispone. El deterioro del suministro impacta en una economía que, según datos oficiales cayó 1,1% en 2024 y acumula un retroceso de 11% en los últimos cinco años; además, la CEPAL prevé un Producto Interno Bruto negativo en 2025.
Los largos apagones han alimentado el descontento social y estuvieron vinculados a las principales protestas de los últimos años, incluida la mayor de todas, la de julio de 2021. El régimen, por su parte, ha respondido con represión a las manifestaciones de descontento por los cortes eléctricos.








