MIAMI, Estados Unidos. – Dos cubanos residentes en Estados Unidos fueron condenados a décadas de prisión por integrar una red de tráfico de personas que operaba entre Cuba, el sur de Florida y Luisiana, en la que secuestraban, golpeaban y extorsionaban a migrantes introducidos ilegalmente desde la Isla, de acuerdo con las sentencias dictadas por el juez federal Roy K. Altman, del Distrito Sur de Florida.
El 18 de septiembre, Altman condenó a Osmel Benítez (cubano), de 40 años y residente en Miami, a 34 años de prisión, y a Víctor Manuel Pérez Cárdenas (cubano), de 39 años y residente en Tampa, a 17 años, igualmente de privación de libertad.
Una semana después, el 25 de septiembre, el mismo juez sentenció a Jhonny Walther Izaguirre López (hondureño), de 45 años y residente en Baton Rouge, Luisiana, a casi 29 años de cárcel.
La Fiscalía describió el caso como uno de los episodios de este delito más brutales en el sur de Florida. “Este fue tráfico humano en su forma más brutal: marcado por secuestro, extorsión y tortura”, declaró el fiscal federal Jason A. Reding Quiñones, del Distrito Sur de Florida.
Una red que partía de Cuba y terminaba en una finca de Miami
De acuerdo con los documentos judiciales citados por la Fiscalía, en mayo de 2024 Benítez, Pérez Cárdenas e Izaguirre López conspiraron para secuestrar a migrantes que habían sido introducidos ilegalmente desde Cuba hacia Estados Unidos.
El 18 de mayo de 2024, Pérez Cárdenas transportó en bote a un grupo de migrantes hasta una zona desierta de la costa en Cayo Largo. Iba armado con un arma de fuego y escoltó a las personas hasta una carretera cercana, donde lo esperaban Benítez y otros miembros de la organización en varios vehículos para llevarlos hacia Miami.
Ese mismo día, parte de los migrantes fueron trasladados a una finca en la zona rural de Miami. Allí quedaron retenidos mientras los acusados extorsionaban a sus familias y amigos y exigían sumas de dinero para dejarlos en libertad, según la versión oficial.
Golpizas, simulacros de ahorcamiento y videos de tortura
El comunicado de la Fiscalía detalla que, en la finca, las víctimas sufrieron golpizas con palos y machetes, así como simulacros de ahorcamiento y amenazas de muerte.
En uno de los episodios documentados, Benítez y otro cómplice obligaron a una de las víctimas a subirse a una silla, le colocaron una soga al cuello a modo de lazo y la golpearon con el lado plano de un machete. El ataque fue grabado en video y enviado a los familiares del migrante para forzar el pago del rescate.
Según el comunicado, Izaguirre López y otros miembros de la red llamaban de manera reiterada a las familias y amistades de las personas secuestradas y amenazaban con matarlas o hacerles daño si no enviaban el dinero exigido.
El jefe de la oficina del FBI en Miami, Brett Skiles, calificó la conducta de los tres acusados como “violenta” e “inhumana” hasta “casi más allá de la imaginación”.
De Miami a Luisiana
Cuando al menos cuatro de los migrantes no lograron reunir el dinero exigido, Benítez, Izaguirre López y otros integrantes de la organización acordaron que trasladarían a esas personas hasta Luisiana. El objetivo, según la Fiscalía, era obligarlas a trabajar en la empresa de construcción de Izaguirre López como forma de “pagar” la deuda impuesta por la red.
Ese plan no se concretó. El 20 de mayo de 2024, agentes de la ley interceptaron el vehículo del criminal en la autopista Florida Turnpike, en el condado de Sumter, mientras trasladaba a los migrantes que habían sido sometidos a secuestro y extorsión.
Los tres hombres se declararon culpables del cargo de “conspiración para secuestrar”. Además, Benítez y Izaguirre López admitieron cargos por “conspiración para proporcionar y obtener trabajos forzados”, “delitos violentos en apoyo de actividades de crimen organizado”, “conspiración para poseer un arma de fuego” y “exhibir un arma durante un delito violento”.
Benítez y Pérez Cárdenas también se declararon culpables de “conspiración para introducir, transportar y ocultar migrantes en territorio estadounidense”, mientras que Izaguirre López aceptó cargos por “transporte de migrantes dentro de Estados Unidos”.
El comunicado del Departamento de Justicia precisa que Benítez y Pérez Cárdenas son ciudadanos cubanos, mientras que Izaguirre López es ciudadano hondureño. Los tres quedarán sujetos a deportación una vez que cumplan sus respectivas condenas de prisión.
La Fiscalía del Distrito Sur de Florida identificó además a tres presuntos co-conspiradores que aún esperan juicio: Víctor Rafael Arcia Albeja, José Ángel Marrero Rodríguez y Yoelys Prada Ramos.








