MADRID, España.- Hugo Armando Carvajal Barrios, conocido como “El Pollo” Carvajal y antiguo director de la Inteligencia Militar venezolana bajo los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, aseguró en una carta enviada desde una prisión federal de Estados Unidos que el chavismo operó durante dos décadas como un entramado criminal sustentado en narcoterrorismo, espionaje y fraude electoral con apoyo directo del Gobierno cubano. La misiva, dirigida al presidente Donald Trump y “al Pueblo de los Estados Unidos”, fue divulgada por DallaExpressNews y es presentada como la confesión más amplia realizada por un alto mando del chavismo sobre las operaciones internas del régimen.
Carvajal, general de división de tres soles y uno de los hombres más influyentes en el aparato de seguridad chavista, se declaró culpable en Estados Unidos del delito de conspiración por narcoterrorismo. Afirma que decidió “expiar sus culpas contando toda la verdad”, con el propósito de que Estados Unidos pueda “protegerse de los peligros que él mismo presenció durante tantos años”.
El exjefe militar recuerda en la carta que rompió con Maduro en 2017 y huyó del país aun sabiendo que enfrentaba cargos penales en territorio estadounidense. Según relata, lo hizo “con la más firme convicción de desmantelar el régimen criminal de Maduro y devolver la libertad a su país”. A partir de ese punto, expone cuatro bloques de acusaciones que describen una estructura estatal operando como un consorcio criminal transnacional.

Narcotráfico como “arma” contra Estados Unidos
Carvajal asegura que fue testigo de cómo el chavismo se convirtió en una organización criminal encabezada por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y otros altos funcionarios. Señala que el Cártel de los Soles utilizó el tráfico de drogas como un instrumento político y afirma que su finalidad era “usar las drogas como arma contra Estados Unidos”. Añade que estas operaciones no fueron hechos aislados, sino “políticas deliberadas coordinadas por el régimen venezolano”.
El exgeneral atribuye al régimen cubano el diseño de ese plan en la década de 2000. De acuerdo con su relato, La Habana sugirió a Chávez la estrategia de convertir el narcotráfico en un mecanismo de presión geopolítica, ejecutado con apoyo de las FARC, el ELN, operativos cubanos y miembros de Hezbolá. Asegura que Venezuela proporcionó “armas, pasaportes e impunidad” para facilitar esas actividades.
Exportación del crimen organizado
Carvajal vincula también al régimen venezolano con la creación y expansión del grupo criminal Tren de Aragua. Afirma que el reclutamiento de líderes delincuenciales comenzó bajo Chávez, quien buscaba “defender la revolución” a cambio de impunidad, y que Maduro extendió ese modelo para exportar criminalidad hacia el exterior.
Sostiene que el envío de miles de integrantes de estas bandas fuera de Venezuela fue coordinado desde varios ministerios y cuerpos de seguridad, y que aprovecharon la política migratoria estadounidense para establecer presencia en ese país. Según declara, estos grupos llegaron “obedientes y armados”, con instrucciones explícitas de continuar secuestros, extorsiones y homicidios para financiar sus operaciones.
Espionaje y penetración en territorio estadounidense
El exjefe de inteligencia describe también operaciones de espionaje impulsadas por Rusia y Cuba desde Venezuela. Asegura haber estado presente cuando agentes rusos propusieron intervenir cables submarinos de internet con fines de penetración de comunicaciones estadounidenses. En la carta afirma que advirtió a Maduro sobre los riesgos de permitir un puesto de escucha ruso en la isla La Orchila, pero que fue ignorado.
Según su testimonio, espías venezolanos y cubanos han operado durante dos décadas en Estados Unidos, algunos supuestamente disfrazados de opositores políticos. También asegura que la inteligencia cubana le mostró redes en bases navales estadounidenses y que algunos funcionarios norteamericanos habrían sido pagados para ayudar al chavismo a mantenerse en el poder.
Smartmatic y manipulación electoral
Carvajal habla también de Smartmatic, que nació como “una herramienta electoral del régimen venezolano” y que el sistema “puede ser alterado; esto es un hecho”. Afirma que esta tecnología fue exportada al extranjero —incluido Estados Unidos— y que operativos del chavismo mantienen vínculos con funcionarios electorales y empresas proveedoras de sistemas de votación.
“El régimen está en guerra con ustedes”
La carta concluye con un mensaje directo a la ciudadanía estadounidense. Carvajal advierte: el régimen venezolano “está en guerra con ustedes, usando drogas, pandillas, espionaje e incluso sus propios procesos democráticos como armas”. Añade que las políticas de Trump hacia Venezuela “no solo están justificadas, sino que son necesarias y proporcionales a la amenaza”.
El exgeneral asegura estar dispuesto a proporcionar más detalles al Gobierno estadounidense. Su declaración se presenta como una de las acusaciones internas más contundentes emitidas contra el chavismo, con implicaciones que alcanzan la seguridad hemisférica, el crimen transnacional y la influencia regional del régimen cubano.








