Es, como Dios o cualquier otra cosa, posterior al Big Bang. Es, por tanto, nuestro contemporáneo. Lee, y a veces escribe. Cuando alza la vista se descubre, siempre asombrado, en medio del mundo.
Cabría preguntarse lo siguiente: ¿qué pasa, sin embargo, cuando la dictadura se supera por vías pacíficas, sí, pero una cuota demasiado alta de «infierno» permanece oculta el tiempo suficiente, digamos, tres décadas, «en algún sustrato de la ciudad real y de la ciudad imaginaria»?
La mayor parte del tiempo Chapultepec es solo el parque urbano más grande de Latinoamérica, tal como corresponde quizá a la capital más populosa de Occidente.
Nada sugería en noviembre de 2014, mi primera vez en el país, una victoria de Andrés Manuel López Obrador y su partido, Morena, a la vuelta de cuatro años.
El invierno en Cuba es un fenómeno indeciso. Incurable. Como un personaje de Dostoievski. Solo que los personajes de Dostoievski tienen demasiado frío en los huesos y demasiado fuego en las almas.
Una de las obsesiones del presidente Trump es ser reconocido como un pacificador, es decir, un negociador capaz como nadie de mediar en conflictos a nivel global y de traer una nueva Pax Americana. No es un secreto su obsesión por ganar el premio Nobel de la Paz; especialmente porque cree que le fue entregado a Obama sin merecerlo.