MIAMI, Estados Unidos. – El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) anunció este viernes la eliminación de los programas de reunificación familiar (Family Reunification Parole, FRP) para nacionales de Cuba, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití y Honduras.
La decisión, que se formalizará en un aviso en el Registro Federal el próximo lunes, supone el cierre de una de las principales vías legales utilizadas por miles de familias latinoamericanas para reagruparse en Estados Unidos.
Según el propio DHS, la medida busca “terminar el abuso del parole humanitario”, bajo el argumento de que estos programas permitían la entrada de extranjeros con “insuficiente verificación” y que, en la práctica, servían para “eludir el proceso tradicional de parole”. “El parole nunca fue concebido para ser usado de esta manera. Estamos regresando a un sistema caso por caso, como ordenó el Congreso. Es un retorno al sentido común y a la política de America First”, señala la comunicación oficial de la agencia.
El anuncio representa un giro radical en la política migratoria de la administración de Donald Trump respecto a los mecanismos de reunificación familiar. El FRP fue diseñado para permitir la entrada anticipada de familiares de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales mientras esperaban la disponibilidad de una visa de inmigrante, y se convirtió desde mediados de la década de 2000 en una herramienta clave para la migración desde Cuba y otros países de la región.
Fecha límite para los beneficiarios actuales
El aviso que el DHS enviará al Registro Federal detalla el calendario de terminación para quienes ya se encuentran en Estados Unidos bajo los programas de reunificación: el documento establece que el 14 de enero de 2026 expirará automáticamente el parole de todas las personas admitidas a través del FRP, salvo que presenten un Formulario I-485 (Solicitud de registro de residencia permanente o ajuste de estatus) antes del 15 de diciembre de este año, y que ese formulario continúe pendiente en la fecha de corte.
“Si el I-485 está debidamente presentado, el parole seguirá vigente hasta que se tome una decisión final sobre el caso, o se venza el período de parole, lo que ocurra primero”, precisa el texto. En caso de que la solicitud de ajuste sea denegada, el parole se dará por terminado de inmediato y la persona deberá abandonar el país sin demora.
La terminación del FRP implica también la revocación de los permisos de trabajo vinculados a ese estatus. De acuerdo con el aviso, el Gobierno federal notificará individualmente a cada beneficiario tanto la cancelación de su permanencia temporal como la pérdida de la autorización de empleo, lo que abre la puerta a una oleada de irregularidad migratoria si las personas no logran otra vía legal antes de las fechas límite.
El DHS subraya que los beneficiarios de FRP que no tengan otra base legal para permanecer en Estados Unidos tras la terminación del programa deberán salir del país antes del 14 de enero de 2026. Quienes se queden más allá de esa fecha, sin un ajuste de estatus pendiente o aprobado, podrán ser objeto de procesos de expulsión acelerada y otras medidas de control migratorio.
La agencia insta además a los migrantes a reportar su salida a través de la aplicación CBP Home. Según el aviso, el uso de esa plataforma permitirá acceder, para quienes cumplan los requisitos, a un “bono de salida”, asistencia económica y apoyo en la obtención de documentos de viaje, así como al perdón de determinadas multas civiles asociadas a infracciones migratorias.
Un golpe a una de las principales vías de reunificación para cubanos
El cierre de los programas de reunificación familiar por parole supone un golpe directo para decenas de miles de familias de la región que habían apostado por esta vía como alternativa a las rutas irregulares. Para los cubanos, en particular, el impacto es doble: el programa específico de Cuban Family Reunification Parole (CFRP), operativo desde 2007, había permitido durante años que familiares de ciudadanos y residentes legales viajaran a Estados Unidos.
La decisión implica que miles de solicitudes pendientes de FRP quedarán sin efecto. Las familias que ya se encontraban dentro del país bajo este mecanismo tendrán que tomar decisiones rápidas: iniciar un ajuste de estatus antes del 15 de diciembre, buscar otra categoría migratoria o preparar su salida dentro de los plazos fijados por el DHS para evitar quedar en situación irregular y exponerse a la deportación.








