MIAMI, Estados Unidos. – El senador republicano Lindsey Graham (Carolina del Sur) instó a los demócratas en Estados Unidos a respaldar “los esfuerzos” del presidente Donald Trump para provocar el fin del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y, posteriormente ―“pronto”― concentrarse en Cuba, país que calificó como “uno de los regímenes más opresivos” del hemisferio.
El legislador sostuvo que no entiende por qué, a su juicio, los demócratas buscan una línea dura contra Rusia pero se oponen a “limpiar” el “propio vecindario” de “Estados narcoterroristas”.
En la publicación, difundida en X, Graham afirmó que Maduro “se ha alineado con Hezbolá y Rusia” y que, bajo su mandato, Venezuela se ha convertido en “un refugio seguro para narcotraficantes”. También vinculó a la administración de Maduro con el tráfico de cocaína hacia el exterior y con lo que describió como “un esfuerzo consciente” para “volcar” en Estados Unidos a “cientos de miles de criminales” provenientes de Venezuela.
I completely understand why Democrats would want to be tough on Putin’s Russia given his history of oppression, instigating war and providing assistance to rogue actors like Iran. Count me in for that.
— Lindsey Graham (@LindseyGrahamSC) December 12, 2025
However, I do not understand why Democrats would oppose cleaning up our own…
“Ojalá el fin del reinado de terror de Maduro en Venezuela esté cerca y entonces podamos enfocarnos en Cuba”, escribió.
Graham presentó a La Habana como un objetivo posterior dentro de esa misma línea política. En su mensaje señaló que la Isla es “un Estado patrocinador del terrorismo designado” por Estados Unidos y la describió como “una dictadura comunista” “muy involucrada en el narcoterrorismo”, además de “Estado cliente” de la Rusia de Vladímir Putin “desde hace años”.
“A mis colegas demócratas: deberían estar apoyando los esfuerzos del presidente Trump para liberar a Venezuela —y pronto a Cuba— en lugar de oponerse a ellos”, añadió.
Las declaraciones del senador se producen en un contexto de incremento de tensiones entre Washington y Caracas, con una campaña del Gobierno de Trump centrada en operaciones antidrogas y presión política sobre Maduro. En los últimos días, mientras la administración estadounidense ha intensificado su postura en el Caribe, altos asesores de seguridad nacional informaron al Congreso sobre la campaña contra presuntos narcotraficantes venezolanos.
En paralelo, La Habana negó contactos con Estados Unidos sobre el futuro de Venezuela y calificó de “absurdas y falsas” versiones atribuidas a fuentes anónimas.








