MIAMI, Estados Unidos. – Las autoridades cubanas afirman haber desarticulado una red de tráfico de drogas sintéticas que, según su versión, operaba desde Florida (Estados Unidos) hacia la Isla, con un saldo de un millón de dosis del estupefaciente conocido como “químico” incautadas y 24 personas detenidas, de acuerdo con medios oficiales cubanos.
El jefe de sección del Órgano Especializado de Investigación Criminal del Ministerio del Interior (MININT), Arnaldo Ramos, declaró a la televisión estatal que la estructura delictiva “estaba organizada desde Florida” y utilizaba a cubanos residentes en la Isla para “preparar, distribuir y comercializar” la droga.
Según el mismo reporte, los estupefacientes se enviaban ya listos para su elaboración en Cuba y eran manejados por redes locales que se encargaban de expandir su consumo en el mercado interno.
Ramos explicó que la sustancia, moldeada “en forma de crema”, entró al país mediante “paquetería ilegal por vía aérea”, oculta en envases de yogur, gelatina, suplementos alimenticios y medicamentos.
El MININT presentó este modus operandi como un ejemplo de las nuevas rutas y técnicas utilizadas para introducir drogas sintéticas en la Isla pese a los controles oficiales.
El “químico” es descrito como “un cannabinoide sintético altamente adictivo, más barato y potente que la marihuana”, cuyo consumo “se ha propagado en los últimos años en Cuba, especialmente entre los jóvenes”, según han reconocido públicamente funcionarios del propio MININT en distintos espacios oficiales.
En su intervención, Ramos también sostuvo que “ante casos como estos, las autoridades cubanas han informado oportunamente al Gobierno de EE.UU. sobre personas en ese país que intentan promover el narcotráfico internacional en suelo cubano, sin embargo, los casos quedan sin respuesta”.
La denuncia se enmarca en la línea oficial de responsabilizar a Estados Unidos tanto del origen de las sustancias como de una supuesta falta de cooperación práctica, pese a la existencia de un convenio bilateral antidrogas vigente desde 2016.
Por su parte, el jefe de sección del Órgano Especializado Antidrogas del MININT, Yoan Saporta, indicó a la televisión nacional que las 24 personas detenidas están siendo procesadas por delitos vinculados al narcotráfico como resultado de una operación desarrollada “durante 2025”. De acuerdo con el mismo reporte, junto a la droga se ocuparon jeringuillas, guantes, bandejas, mascarillas y acetona, esta última identificada por el oficial como uno de los insumos utilizados para fabricar el “químico”.
Además de los insumos y el estupefaciente, las autoridades confiscaron viviendas, medios de transporte y 11 millones de pesos cubanos. Esa suma equivale, según precisó EFE, a unos 91.600 dólares al tipo de cambio oficial para personas naturales, pero apenas a unos 25.000 dólares al cambio del mercado informal, donde la moneda nacional se ha devaluado de manera mucho más pronunciada.
El caso sale a la luz apenas días después de que altos cargos del MININT y del Ministerio de Justicia utilizaran una inusual conferencia de prensa, en La Habana, para negar cualquier vínculo del país con el narcotráfico y reafirmar la doctrina oficial de “tolerancia cero”. En esa comparecencia los funcionarios insistieron en que Cuba “no es un país productor ni de tránsito de drogas” y subrayaron que la cooperación con Estados Unidos se sustenta formalmente en el convenio bilateral contra los estupefacientes firmado en 2016.
El Código Penal cubano sanciona “la tenencia y el tráfico de drogas ilícitas con penas desde 4 a 30 años de cárcel, prisión perpetua y hasta la condena de muerte”. Aunque en el discurso oficial se repite la idea de un enfoque “preventivo”, las cifras detalladas sobre consumo, decomisos y condenas no se publican de manera sistemática, y la mayor parte de la información disponible llega a la opinión pública a través de notas breves, reportes televisivos y resúmenes de agencias internacionales que reproducen la versión del propio Estado cubano.
