MIAMI, Estados Unidos. – El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) anunció este viernes la eliminación de los programas de reunificación familiar (Family Reunification Parole, FRP) para nacionales de Cuba, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití y Honduras, una decisión que impactará a decenas de miles de familias, pero que no pone fin al sistema de peticiones familiares ni cancela las solicitudes de reunificación mediante formularios I-130, según precisaron la propia agencia y expertos en inmigración.
De acuerdo con el comunicado oficial del DHS, la medida —que será formalizada el próximo lunes mediante un aviso en el Registro Federal— se limita exclusivamente a los programas de parole que permitían la entrada anticipada a Estados Unidos de familiares de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales mientras aguardaban la disponibilidad de una visa de inmigrante.
“El parole nunca fue concebido para ser usado de esta manera. Estamos regresando a un sistema caso por caso, como ordenó el Congreso. Es un retorno al sentido común y a la política de America First”, señaló la agencia al justificar la decisión, que busca, según el Gobierno, “terminar el abuso del parole humanitario” y evitar la entrada de extranjeros con “insuficiente verificación”.
En una entrevista transmitida este viernes por el periodista Mario J. Pentón, el abogado de inmigración Mayron Gallardo subrayó que el anuncio no elimina las peticiones familiares ni impide que los ciudadanos y residentes continúen reclamando a sus familiares a través de los canales tradicionales.
“Eso no tiene absolutamente nada que ver con las peticiones familiares. Solamente se están refiriendo al programa de reunificación familiar por parole”, explicó. Gallardo recalcó que los formularios I-130 —base del proceso regular de reunificación— “no se eliminan” y que las familias “van a poder seguir reclamando a las personas”, aunque deberán hacerlo bajo los tiempos ordinarios del sistema migratorio, que pueden extenderse por años.
El programa ahora cancelado permitía que personas con una petición familiar ya aprobada ingresaran a Estados Unidos con un parole y esperaran dentro del país la disponibilidad de su visa. En el caso cubano, además, ese mecanismo facilitaba que los beneficiarios se acogieran posteriormente a la Ley de Ajuste Cubano tras un año y un día de presencia en territorio estadounidense. “Eso es lo que están eliminando”, precisó Gallardo, quien añadió que, a partir de ahora, los solicitantes deberán “hacer la misma cola que hace el mundo entero y esperar muchísimo más”.
El aviso del DHS establece fechas clave para quienes ya se encuentran en Estados Unidos bajo estos programas. El 14 de enero de 2026 expirará automáticamente el parole de todas las personas admitidas a través del FRP, salvo para aquellos que hayan presentado un Formulario I-485 (Solicitud de registro de residencia permanente o ajuste de estatus) antes del 15 de diciembre próximo y cuyo trámite continúe pendiente en la fecha de corte.
“Si el I-485 está debidamente presentado, el parole seguirá vigente hasta que se tome una decisión final sobre el caso, o se venza el período de parole, lo que ocurra primero”, precisa el documento oficial.
Según explicó Gallardo en la entrevista, quienes tengan un ajuste de estatus pendiente conservarán su parole hasta que ocurra uno de esos dos escenarios. Sin embargo, si la solicitud I-485 es denegada y el parole aún está activo, “automáticamente” este último “se va a terminar y la persona deberá salir de Estados Unidos”. La terminación del parole conlleva también la revocación automática del permiso de trabajo asociado a ese estatus.
El DHS advirtió que los beneficiarios que no cuenten con otra base legal para permanecer en el país deberán salir de Estados Unidos antes del 14 de enero de 2026. La agencia indicó además que instará a estas personas a reportar su salida mediante la aplicación CBP Home, un proceso que, según el comunicado, podría permitir el acceso a asistencia económica para el retorno, apoyo en la obtención de documentos de viaje y el perdón de determinadas multas civiles.
Durante la entrevista, Gallardo destacó que la situación varía según la nacionalidad y el tipo de relación familiar. En el caso de los cubanos, recordó que la Ley de Ajuste Cubano “perdona la presencia ilegal en el país”, lo que ofrece una vía adicional para regularizar el estatus una vez cumplidos los requisitos temporales. Para otras nacionalidades, en cambio, la expiración del parole puede implicar el inicio de la acumulación de presencia ilegal si no se trata de familiares inmediatos —como cónyuges, padres o hijos menores de ciudadanos estadounidenses—, lo que podría complicar futuros trámites migratorios.
“El resto de las peticiones no perdonan la presencia ilegal”, advirtió el abogado. En esos casos, recomendó evaluar la salida voluntaria del país y la continuación del proceso desde el exterior para evitar consecuencias migratorias más severas.
Aunque la eliminación del FRP no equivale al fin de la reunificación familiar, el cierre de estos programas supone un golpe significativo para miles de familias que habían apostado por esta vía como alternativa a las rutas irregulares. Para los cubanos, el impacto es especialmente sensible: el Cuban Family Reunification Parole (CFRP), operativo desde 2007, había sido durante años una de las principales puertas de entrada legal al país.
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