LIMA, Perú – Pese al embargo que aplica Washington a La Habana ―que las autoridades del régimen cubano usan como pretexto para justificar su pésima gestión de la economía nacional―, las exportaciones desde Estados Unidos hacia Cuba han aumentado un 15% durante los primeros nueve meses de 2025.
Estadísticas del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés) apuntan que ese país envió 33,6 millones de dólares en carne de cerdo a la Isla entre enero y septiembre de 2025. Ello supone el doble del monto de 16,3 millones de dólares exportados en el mismo periodo de 2024.
Las cifras de USDA reflejan que en 2024, la suma de exportaciones alcanzó los 309 millones de dólares en nueve meses, mientras en 2025 asciende a 355 millones, para un aumento general de aproximadamente el 15%.
La Isla enfrenta actualmente una de sus peores crisis económicas tras el triunfo de la Revolución Cubana, marcada por un descenso significativo en la producción agrícola, dificultades en el acceso al financiamiento internacional, y una caída sostenida en el comercio exterior.
Estados Unidos también exportó a Cuba el triple de granos y piensos durante el período en cuestión, los números crecieron de 6,8 a 23,8 millones de dólares. Por su parte, de café se importaron 11 millones de dólares en 2025, casi tres veces más que en 2024, cuando se reportaron unos 8,4 millones.
Además, la exportaciónde azúcar desde EEUU se incrementó en más de tres millones de dólares en el actual año. Otrora un producto insignia de Cuba, el régimen castrista recibió 11,1 millones del edulcorante en 2024, mientras el reciente parte señala 14,9 millones.
Pese a que los volúmenes de alimentos que Washington envía a la Isla incrementan, poner un plato de comida en la mesa continúa siendo un desafío para gran parte de los cubanos cada día. El contexto nacional está marcado por una grave inseguridad alimentaria.
El 42 % de los hogares en Cuba gasta la totalidad de sus ingresos en alimentación y uno de cada cuatro cubanos se ve obligado a saltarse la cena por falta de recursos, según el informe “En Cuba hay hambre” publicado en 2024 por Food Monitor Program.
Ocho de cada diez hogares están en los márgenes de la supervivencia y siete de cada diez personas reconocen dejar de desayunar, almorzar o cenar por falta de alimentos o dinero.
Al mismo tiempo, el régimen castrista destina apenas un 3 % de su presupuesto estatal al sector agropecuario, lo que ha provocado una caída dramática de la producción interna.
Hoy, Cuba depende en más de un 80 % de las importaciones para cubrir necesidades alimentarias básicas. El país importa arroz, leche, carne y aceite en cantidades insuficientes, mientras mantiene rígidos controles estatales que desincentivan la producción privada y asfixian cualquier iniciativa independiente.








