MIAMI, Estados Unidos. – El Gobierno cubano negó este lunes haber tenido conversaciones con Estados Unidos sobre un posible escenario político en Venezuela sin Nicolás Maduro, en respuesta directa a reportes de prensa que aseguran que figuras del régimen habrían establecido contactos discretos con Washington.
La declaración oficial llega tres días después de que Reuters informara que, según dos fuentes anónimas, “elementos dentro del régimen cubano” se habrían acercado a funcionarios estadounidenses para sostener discusiones sobre “cómo sería el mundo sin un gobierno de Maduro”, una afirmación que La Habana rechazó íntegramente.
En una declaración escrita entregada a The Associated Press (AP), la viceministra de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal, afirmó que el Gobierno rechazaba “por absurdos y falsos” los reportes de prensa sobre “supuestos contactos entre funcionarios cubanos y del Gobierno de los Estados Unidos para abordar asuntos internos que solo competen al Gobierno de Venezuela”.
La funcionaria añadió: “Asimismo, Cuba rechaza los intentos de manchar su limpio historial de lucha por la paz en América Latina y el Caribe y contra el tráfico de drogas”, y subrayó que “agencias especializadas estadounidenses conocen de primera mano la efectividad de Cuba en el enfrentamiento al narcotráfico”.
El reporte de Reuters, publicado el 5 de diciembre y basado en dos fuentes bajo condición de anonimato, indicó que “elementos dentro del régimen cubano se acercaron a Estados Unidos” y que habían ocurrido “discusiones entre ambos sobre cómo sería el mundo sin un régimen de Maduro”. Las fuentes no identificaron a los supuestos interlocutores cubanos ni ofrecieron precisiones sobre el contenido de esos intercambios.
Las autoridades del régimen cubano han asumido en los últimos días un tono de rechazo frontal a cualquier insinuación de negociación con Washington respecto al futuro político venezolano. El 25 de noviembre, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla había acusado al Gobierno estadounidense de promover un “derrocamiento violento” en Venezuela y calificó la presencia militar de Estados Unidos en la región como una amenaza “exagerada y agresiva”, al tiempo que advirtió que intentar remover a Maduro sería “extremadamente peligroso e irresponsable”, además de violar el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Hasta el momento, Washington ha desplegado en el Caribe el portaaviones Gerald Ford, ocho buques de guerra, un submarino nuclear y aviones F-35, como parte de su campaña de presión contra el régimen venezolano. Paralelamente, la Casa Blanca ha intensificado operativos contra embarcaciones acusadas de traficar drogas y ha elevado la retórica contra Maduro.
A ese escenario se suman revelaciones recientes también citadas por Reuters, según las cuales Maduro habría dicho al presidente Donald Trump, durante una conversación telefónica, que estaría dispuesto a abandonar el poder si él y su familia recibían plena amnistía legal, levantamiento de sanciones y el cierre de un caso ante la Corte Penal Internacional. Trump confirmó que la llamada existió, pero se negó a dar detalles: “No quiero comentar al respecto, la respuesta es sí. No diría que salió bien o mal. Fue una llamada telefónica”, dijo a periodistas.
Vidal, quien durante años lideró las negociaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos durante el acercamiento de 2014, calificó ahora las versiones sobre contactos como parte de una campaña para erosionar la relación entre La Habana y Caracas. En su comunicado a AP señaló que “sectores guerreristas estadounidenses recurren a burdas mentiras para intentar quebrar la unidad del Gobierno y el pueblo venezolanos contra la agresión externa, así como involucrar a Cuba en la construcción de falsedades y pretextos para justificar una agresión”.
Hasta el momento, ni el Gobierno estadounidense ni el régimen cubano han presentado pruebas que corroboren o desmientan de manera concluyente los reportes de prensa.
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