MADRID, España.- El Gobierno cubano rechazó pocas horas después las recientes acusaciones que lo vinculan con operaciones de narcotráfico en América Latina, tras las declaraciones del exjefe de la inteligencia militar venezolana, Hugo “El Pollo” Carvajal, quien aseguró que durante más de dos décadas el chavismo operó estructuras de narcotráfico con respaldo de La Habana.
La respuesta oficial del régimen se produjo en una comparecencia en el Centro de Prensa Internacional, en La Habana. Participaron altos mandos del Ministerio del Interior (MININT). Según reseñó la agencia EFE, presente en la rueda de prensa, las autoridades cubanas negaron cualquier implicación del Estado en actividades relacionadas con el tráfico de drogas y reiteraron su política de “tolerancia cero” frente a ese delito.
Aunque en la comparecencia oficial las autoridades cubanas evitaron mencionar directamente la carta difundida por Hugo “El Pollo” Carvajal o hacer referencia explícita a su nombre, el carácter inmediato y enfático del pronunciamiento evidencia el impacto que han tenido estas denuncias para el régimen.
El jefe del órgano especializado de enfrentamiento antidrogas del MININT, coronel Juan Carlos Poey, afirmó que “Cuba no es un país productor ni tampoco de tránsito de drogas”, y djio que las acusaciones carecen de sustento. Por su parte, el primer coronel Ybey Carballo, jefe de las Tropas Guardafronteras, sostuvo que la Isla mantiene intercambios de información operativa con otros países, incluido Estados Unidos, en materia de lucha contra el narcotráfico. Al tiempo que insistió en que Cuba comparte información sobre rutas, embarcaciones y operaciones sospechosas.
Las declaraciones oficiales se produjeron después de que Carvajal, actualmente detenido en Estados Unidos, afirmara públicamente que el Gobierno cubano brindó asesoría, protección y respaldo logístico a redes de narcotráfico vinculadas al chavismo. El exfuncionario venezolano fue una figura clave del aparato de inteligencia del régimen de Nicolás Maduro y enfrenta cargos por narcotráfico y terrorismo en cortes federales estadounidenses.
Desde La Habana, las autoridades calificaron las denuncias como “infundadas” y parte de una campaña de descrédito contra el Estado cubano. También defendieron el historial del país en la lucha contra el narcotráfico y recordaron su participación en convenios internacionales para la persecución de ese delito. No obstante, la respuesta oficial se ha limitado a la negación pública de los hechos y a la defensa de su política antidrogas.
Las denuncias del exjefe de inteligencia venezolano reavivan los señalamientos sobre la estrecha relación política, militar y de seguridad entre los gobiernos de Cuba y Venezuela, una alianza que ha sido cuestionada en reiteradas ocasiones por organismos internacionales, gobiernos extranjeros y organizaciones de derechos humanos.








