MADRID, España.- Celebrar la Nochebuena con una cena tradicional vuelve a ser, este 24 de diciembre de 2025, un lujo fuera del alcance de la mayoría de los cubanos. La combinación de salarios insuficientes, inflación sostenida, escasez de alimentos y apagones prolongados ha convertido platos emblemáticos como el lechón asado, el congrí o la yuca con mojo en opciones prácticamente inalcanzables para amplios sectores de la población.
En los mercados estatales y MIPYMES, los precios de los productos básicos necesarios para una cena navideña se han disparado en las semanas previas a las fiestas aún más. La carne de cerdo, elemento central de la mesa navideña cubana, se comercializa entre 1.150 y 1.300 pesos cubanos (CUP) por libra en el caso del lomo o la pierna, mientras que opciones más económicas, como el picadillo, rondan los 320 CUP por libra. El pollo, otra alternativa frecuente ante la ausencia de cerdo, alcanza precios de 4.500 a 5.100 CUP por paquetes de dos kilogramos, cifras que superan con creces los ingresos mensuales de muchos hogares.
Los acompañantes tradicionales tampoco escapan a la escalada de precios. El arroz importado se vende entre 690 y 840 CUP por kilogramo, los frijoles negros pueden costar más de 800 CUP por 500 gramos. En los agromercados, la yuca ronda los 60 CUP por libra, el tomate los 150 CUP, y la lechuga se sitúa alrededor de los 100 CUP por libra.
Este panorama contrasta de forma marcada con los salarios estatales, que se sitúan, el básico alrededor de los 2.100 pesos y el medio en torno a los 5.000 pesos cubanos mensuales, una cifra que no alcanza para cubrir ni una parte significativa del costo total de una cena navideña básica para una familia promedio.
Con estos precios, una cena navideña mínima para una familia cubana puede costar entre 6.700 y casi 8.000 pesos, sin incluir bebidas ni postres. Si se toma como referencia el salario básico mensual de 2.100 pesos cubanos, un trabajador necesitaría entre tres y casi cuatro salarios completos para poder costear únicamente la cena de Nochebuena, destinando todos sus ingresos a una sola comida.
Ante esta realidad, para algunas familias, las más afortunadas, la única vía para mantener la tradición ha sido recurrir a la ayuda del exterior. Plataformas de envío de alimentos desde fuera de Cuba ofrecen combos de cenas navideñas con cerdo o pollo, arroz, viandas y bebidas, cuyos precios oscilan entre 80 y 130 dólares o euros, según la cantidad de comensales. Al cambio del mercado informal —donde el dólar ronda los 440 CUP y el euro los 480 CUP—, estas cenas equivalen a entre 40.000 y más de 60.000 pesos cubanos, es decir, el salario íntegro de varios meses de trabajo para un trabajador promedio en la Isla.

A esta dificultad económica se suma la crisis energética, que mantiene apagones de hasta 20 horas diarias en varias provincias, afectando la conservación y preparación de los alimentos justo en fechas festivas. Para muchos hogares, incluso cuando logran reunir parte de los ingredientes, cocinar la cena de Nochebuena se convierte en un desafío adicional.
Así, la Navidad de 2025 vuelve a reflejar la profundidad de la crisis económica que atraviesa el país: una celebración marcada por la desigualdad, donde la posibilidad de sentarse a la mesa con los platos tradicionales depende, en gran medida, de las remesas familiares o de envíos pagados desde el extranjero, mientras que para una parte considerable de la población la cena navideña será, una vez más, inexistente o profundamente limitada








