LA HABANA, Cuba. – Al opositor, activista y manifestante del 11J Walfrido Rodríguez Piloto le fue negada la atención médica en la Prisión de Jóvenes del Cotorro (Ivanov) como represalia por no vestir el uniforme de recluso, según él mismo denunció vía telefónica el pasado martes 2.
De acuerdo con el opositor pacífico, el miércoles 26 de noviembre sufrió un ataque de asma. Al solicitar atención de salud, el jefe de grupo, un militar nombrado Iván Rosales Pupo, le dijo que “bien se podía morir en el destacamento”, pues por orden del jefe de Orden Interior, el oficial Sandy Gómez Miller, Rodríguez Piloto no tenía derecho a asistencia médica por no vestir el uniforme de preso.
No obstante, aseguró el preso político, en su expediente carcelario consta un certificado médico por dermatitis severa expedido por dermatólogos del sistema penitenciario, acompañado por la correspondiente autorización para vestir ropa de algodón (a condición de que sea blanca) en lugar del uniforme, que es de poliéster.
Rodríguez Piloto también comentó que fue trasladado para ese centro penitenciario de máximo rigor el 2 de noviembre del presente año. Según agregó, además de asma padece también de úlcera, pancreatitis, hipertensión y hemorroides.
El activista de derechos humanos, de 57 años de edad, es cuentapropista y vecino del reparto El Palenque, en el municipio La Lisa. Se encuentra en prisión desde el 11 de julio de 2021 como represalia por haber tomado parte en las protestas pacíficas que tuvieron lugar ese día en su municipio y en otras muchas localidades cubanas.
El proceso en su contra resultó en una sentencia de 10 años de privación de libertad por los delitos de “desórdenes públicos” y “desacato”.
A lo largo de su cautiverio, Rodríguez Piloto, quien ya estuvo preso antes, también en ocasiones anteriores, ha sido víctima de castigos que constituyen violaciones tanto a los derechos humanos como a las Reglas Mandela, relativas a los derechos de las personas privadas de libertad.
Rodríguez Piloto aparece registrado en la base de datos de la organización no gubernamental Prisoners Defenders, agrupación internacional radicada en Madrid, España, y dedicada a la defensa de los derechos humanos, en especial en el caso de los prisioneros políticos.






