Tal como prometió en cada una de sus apariciones, discursos o mensajes de campaña, Donald Trump pretende cumplir la meta de expulsar a casi 11 millones de inmigrantes de Estados Unidos, una cantidad que, según expertos, implicaría el gasto de más de 80 mil millones de dólares. Trump tiene cuatro años para hacer lo que ha llamado «la deportación más grande de la historia», y para ello se está apurando en llevar a cabo redadas en todo el país. En una reciente entrevista con el canal Fox News, la nueva secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, aseguró que estaban «recogiendo lo peor de lo peor de este país».
Pero más de una evidencia confirma que no solo se trata de «lo peor de lo peor». Es decir, que los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) no solo están haciendo «arrestos criminales», sino que están cargando con migrantes que incluso viven con estatus legal y no han cometido delitos. Datos procesados por el medio NBC News reflejan que el domingo, cuando la agencia federal reportó 956 detenidos, en realidad habían arrestado a mil 179 migrantes, de los cuales poco más de 500 no habían cometido ningún tipo de delitos. Asimismo, el gobierno del republicano dio luz verde al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para revocar el estatus legal y deportar a beneficiarios del parole humanitario o personas que entraron con permisos a través de la aplicación CBP One, dos programas que Trump eliminó en su primera semana como presidente número 47.
En medio del miedo evidente que emigrantes de todo el mundo tienen cuando caminan por las calles, visitan el hospital o envían a sus hijos a la escuela, muchos son los cubanos a los que parece no preocuparles la política de mano dura del mandatario republicano, una comunidad que le dio el 68 por ciento de los votos en las elecciones de noviembre pasado, según la Encuesta sobre Cuba de la Universidad Internacional de Florida (FIU). Los abogados también se han mostrado menos preocupados por los cubanos, un grupo privilegiado con respecto al resto de los migrantes latinos en el país, donde según el Censo de 2022 habían más de 2.4 millones nacionalizados.
En una entrevista posterior a las últimas elecciones, cuando aún era una interrogante la manera en que Trump ib a expulsar a millones de migrantes, el abogado de migración Willy Allen declaró a El Estornudo que los «cubanos están a salvo en este caso, porque la Ley de Ajuste Cubano todavía existe». Dijo además que «los cubanos que han entrado con parole tienen la posibilidad de, al año y un día, legalizarse y obtener su residencia». Y si bien es cierto que las leyes que amparan a cubanos les facilitan el camino a la residencia permanente y luego a la ciudadanía, no dejan de preocupar los cientos de miles que permanecen con estatus I-220B o I-220A, o incluso aquellos que recién entraron al país con permisos de parole.
Nadie sabe qué sucederá en lo adelante, o qué vuelcos pueden seguir dando las políticas migratorias, tal como sucedió con el Estatus de Protección Temporal (TPS) que protegía y garantizaba una estancia legal y permiso de trabajo a unos 600.000 venezolanos, y que la administración republicana acaba de cancelar. Lo que sabemos es que ningún emigrante está completamente a salvo.
Ante esta situación de incertidumbre, muchas son las organizaciones que se están uniendo para informar a las personas sobre lo que deben o no hacer en caso de ser detenidos por oficiales de ICE. El Centro Nacional de Justicia de Inmigrantes ha facilitado un recurso para ayudar e instruir a los inmigrantes y sus familias sobre cómo deben actuar al enfrentar la deportación. Organizaciones locales como Somos Un Pueblo Unido han compartido información sobre cómo proceder si los agentes federales llegan al centro de trabajo. El Proyecto de Defensa de los Inmigrantes también publicó instrucciones que sugieren qué hacer si ICE toca la puerta de la casa o si hace un arresto. El Consejo Nacional de Pueblos Indígenas de la diáspora ha circulado en varias lenguas e idiomas los derechos que tiene cada emigrante. La Unión Americana de Libertades Civiles creó una guía para proceder si se tiene un encuentro con los agentes federales.
A continuación, dejaremos nuestras propias recomendaciones para la comunidad cubana en Estados Unidos, tomando como guía las pautas establecidas por organizaciones y abogados.



¿Qué hacer si se encuentra en riesgo de ser deportado?
En esos casos, los expertos recomiendan evitar el contacto con agentes de inmigración o no realizar trámites como el ajuste de estatus, la ciudadanía o la renovación de la tarjeta de residencia. También se recomienda darle a un familiar o amigo el llamado «A-Number», de nueve dígitos, el número de identificación que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) asigna a los extranjeros. Además, se pide a las personas en riesgo no hacer trámites legales, evitar el contacto con el sistema policial o salir del país.
¿Cómo actuar si los agentes de ICE llegan a la puerta de la casa?
La mayoría insiste en que los migrantes no deben abrir la puerta de la casa si ven que se presenta ICE. En caso de que tengan una orden firmada por un juez federal o magistrado, se les debe pedir que se muestre a través de una ventana o por debajo de la puerta. Si la orden no es válida, no se debe dar acceso al domicilio. Si entran a la fuerza, se recomienda no mostrar resistencia.
¿Qué hacer si ICE para su auto?
En este caso, el Centro Nacional de Justicia de Inmigrantes aconseja darle a los oficiales solamente una licencia de manejar u otro ID emitido por el gobierno de Estados Unidos, y que se baje la ventanilla del auto parcialmente. ICE no podrá inspeccionar los bolsillos de la persona ni el auto si no tiene una orden judicial, mucho menos tomar huellas dactilares. Si pretenden revisar a un pasajero, este tiene derecho a no mostrar su tarjeta de identificación ni brindar datos personales.
¿Qué derechos tengo como inmigrante?
Tiene el derecho de pedir una orden firmada por el juez, de mantener silencio, de no brindar su nombre, de no firmar ningún documento, no divulgar su nacionalidad o estatus migratorio y pedir la presencia de un abogado al interactuar con ICE.
¿Cómo pueden ayudar sus familiares en caso de que enfrente peligro de deportación?
En entrevista con Univision 21, la abogada de inmigración Sully Bryan recomendó a los familiares acudir a diferentes leyes para amparar a aquellos que enfrenten el peligro de la deportación, como hacer peticiones familiares o laborales. «Si ustedes tienen un caso que pueden hacer por medio de su familia, háganlos», aconsejó. Bryan sugirió que hay varias maneras de solicitar una petición, como puede ser a través de un familiar que sea ciudadano o residente legal, un centro de trabajo o haber sido víctima de un acto criminal. En el caso de que sea un familiar, deberá demostrar que tiene los ingresos para patrocinar y presentar el Formulario I-130 o el Formulario I-485. No obstante, la letrada dice que estos casos deben consultar a un abogado antes de realizar los trámites.
¿Cómo localizar a un familiar o amigo que haya sido detenido por ICE?
Si tiene el «A-Number» de su amigo o familiar con quien ICE cargó, podrá localizarlo ingresando al sitio del siguiente enlace. También está facultado para programar llamadas o visitas con sus allegados en el centro de detención, incluso puede enviar dinero. Las organizaciones recomiendan llamar a la Línea Directa de Apoyo Familiar de ICIRR:1-855-HELP-MY-FAMILY (1-855-435-7693) si desea reportar un caso de deportación.