MADRID, España.- En la mañana de este 10 de diciembre, varios periodistas independientes y activistas cubanos denuncian operativos de vigilancia y sitios policiales alrededor de sus viviendas, en una jornada marcada internacionalmente por la defensa de los derechos humanos.
El reportero y colaborador de CubaNet, Vladimir Turró, confirmó a la redacción que agentes de la Seguridad del Estado se encuentran apostados cerca de su vivienda. «Tengo vigilancia de la Seguridad en la esquina de mi casa. Yo no dormí en mi casa porque me lo imaginaba, pero mi esposa me acaba de avisar», explicó Y agregó que un vecino le dijo que incluso tenía allí un grupo de paramilitares. Además, le cortaron el internet y para poder comunicarse se ha anclado a otro número.
La periodista Camila Acosta también denunció presencia de efectivos vestidos de civil en los alrededores de su edificio. Según explicó, al doblar del inmueble hay varios hombres en moto, vestidos de civil, como suelen actuar los agentes del régimen.
Otro caso es el del periodista Boris González Arenas. Su esposa, Juliette Isabel Fernández Estrada, denunció en Facebook que, «como era de esperar», desde primera hora Boris González Arenas tiene vigilancia de la Seguridad del Estado frente al edificio donde viven.
«Este gobierno solo tiene energía para reprimir al pueblo al que está matando de hambre”, expresó Fernández Estrada.
Las denuncias no se limitan a la prensa independiente. El expreso político Andy García Lorenzo y su familia permanecen bajo vigilancia desde el martes.
A estas denuncias se suman la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y su esposo, el expreso político Ángel Moya, quienes también amanecieron sitiados en Lawton. Vecinos de la zona les informaron de patrullas y agentes custodiando tanto su vivienda como la sede del movimiento.
La activista Yamilka Lafita, conocida como Lara Crofs, igualmente reportó que autoridades acudieron a su casa para advertirle que no podía salir durante la jornada, una medida que describió como un intento de silenciarla en una fecha dedicada a la defensa de los derechos humanos.
«Mi puerta puede estar vigilada, pero mi voz no la callan. Mi homenaje, mi dolor, mi apoyo absoluto y mi solidaridad inquebrantable están con mi pueblo, con los presos políticos, con los desaparecidos, con las madres que alzan la voz y siguen luchando por el derecho a la libertad de sus familias, con cada cubano que hoy resiste aunque le cueste la libertad o el exilio», se lee en la publicación.
La represión denunciada este 10 de diciembre venía desde días antes. Integrantes del Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) informaron que agentes de la Seguridad del Estado visitaron a Eroisis González, Fernando Palacio, Juan Manuel Moreno y Zelandia Pérez, a quienes se les advirtió que no podrían salir de sus viviendas durante esta jornada. En los casos de Moreno y Pérez, los operativos incluyeron vigilancia permanente y la amenaza de enfrentar consecuencias legales si desobedecían las órdenes. Moreno recibió incluso advertencias especialmente severas, en las que se le atribuía responsabilidad por cualquier acción de protesta que apareciera en La Habana, en alusión a campañas promovidas desde el exilio.
Del mismo modo, varios colaboradores del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) —Cecilia Castellano Guillén, Ramón Jiménez Arencibia, Juan Carlos Hernández Zaldivar, Irel Gómez Moreira y Lázara Sánchez Fiallo— reportaron que, desde días anteriores, fueron sometidos a presiones que incluyeron interrogatorios, restricciones de movimiento, prohibiciones de recibir visitas y órdenes explícitas de no salir de sus hogares el 10 de diciembre.
La escalada represiva coincide con una jornada global de protestas convocada por José Daniel Ferrer y organizaciones del exilio cubano, activistas y grupos de la sociedad civil dentro y fuera del país para este 10 de diciembre. La iniciativa, que busca exigir la liberación de los presos políticos y denunciar la represión estatal en un contexto de crisis económica y aumento de denuncias por abusos en prisión, ha recibido el respaldo de diversas plataformas del exilio, bajo el lema “Grito mundial por Cuba”.
Exprisioneros políticos y activistas han difundido la convocatoria en redes sociales, que incluye movilizaciones en ciudades como Miami, Washington, Toronto, Montreal, Madrid, Valencia, Tenerife, París, Estocolmo y Santiago de Chile.
Dentro de la Isla, algunos activistas habían expresado su intención de sumarse, aunque en años anteriores el Gobierno ha respondido a llamados similares con arrestos domiciliarios, operativos policiales y detenciones para impedir cualquier manifestación pacífica.
Los sitios y vigilancias denunciados este 10 de diciembre reflejan nuevamente el patrón represivo habitual del Estado cubano en fechas simbólicas para la defensa de los derechos humanos.
Cada 10 de diciembre, el régimen cubano refuerza los operativos policiales contra activistas, periodistas y opositores para impedir movilizaciones o pronunciamientos públicos durante el Día Internacional de los Derechos Humanos.








