MADRID, España.- El congresista estadounidense Mario Díaz-Balart denunció en un artículo de opinión publicado en Newsweek que el régimen cubano mantiene desde hace décadas una “red de apoyo al terrorismo” y que hoy desempeña un rol activo en uno de los mayores desafíos de seguridad internacional: la guerra de Rusia contra Ucrania. El legislador firmó el texto junto al parlamentario sueco Markus Wiechel, con quien expone un recuento de actuaciones históricas y recientes del régimen que, aseguran, justifican que Cuba sea reconocida globalmente como un Estado patrocinador del terrorismo.
En su análisis, los autores señalan que desde 2022 miles de ciudadanos cubanos han sido enviados como mercenarios para Rusia. Sostienen que esta escala de participación “no sería posible sin la aprobación del régimen” y que se corresponde con un patrón histórico de colaboración con grupos armados y gobiernos aliados. Algunas estimaciones citadas en el artículo apuntan a que el número de combatientes cubanos en filas rusas podría alcanzar los 20.000.
El texto recuerda que, desde la década de 1960, la dictadura ha proporcionado armas, entrenamiento y refugio a grupos como las FARC y el ELN en Colombia. Subraya que La Habana acogió negociaciones con estas organizaciones, pero no como mediador imparcial, sino protegiendo a líderes responsables de atentados como el de 2019 en Bogotá, que dejó 22 muertos y más de 60 heridos.
Los autores también mencionan que Cuba continúa dando refugio a fugitivos estadounidenses buscados por crímenes graves, sostiene operaciones de desinformación y ciberguerra, y mantiene alianzas con Irán y Corea del Norte, lo que, advierten, agrava amenazas regionales al combinar presión económica con tácticas de intimidación.
Díaz-Balart y Wiechel destacan que el apoyo cubano a Rusia —incluido el envío de ciudadanos a combatir en Ucrania y el respaldo político a Moscú— convierte al régimen en partícipe de una guerra que describen como una forma de “terror respaldado por el Estado”, con ataques que han golpeado escuelas y hospitales ucranianos.
El artículo recuerda que Estados Unidos volvió a incluir a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo debido a su intervención en Venezuela y otras acciones desestabilizadoras. Ambos firmantes exhortan a los gobiernos democráticos a reconocer formalmente esa clasificación y a “no mirar hacia otro lado” frente a la actuación de La Habana.
Wiechel y Díaz-Balart concluyen que calificar al régimen como Estado patrocinador del terrorismo es un paso necesario para frenar sus acciones y proteger a las democracias.








