MIAMI, Estados Unidos. – Una pareja fue hallada sin vida en su vivienda cercana al Puente Miel, en Baracoa, en la noche de este lunes, según informaron en Facebook el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada y el medio La Tijera. La víctima femenina fue identificada como Yinet Labañino, mientras que la identidad de su pareja no ha trascendido públicamente.
Fuentes locales, recogidas por medios independientes, aseguran que el ataque habría sido perpetrado por un hombre con vínculos sentimentales previos con Labañino. Vecinos han descrito la escena como “devastadora” y han reportado que, aunque se menciona la detención de un sospechoso, aún no se han conocido detalles oficiales sobre su identidad ni sobre los motivos del crimen.
La muerte de la pareja deja huérfanos a dos menores de edad, hijos de la mujer asesinada: una adolescente y un niño pequeño.
Vecinos, conocidos de las víctimas y usuarios de redes sociales han expresado su indignación y temor ante un crimen que vuelve a sacudir la tranquilidad de la ciudad.
Hasta el momento de la publicación de esta nota no existía información oficial sobre detenciones, avances en la investigación o pronunciamientos de las autoridades competentes. Los portales estatales revisados hasta ahora no han abordado el caso.
El doble homicidio pone nuevamente en primer plano la urgencia de garantizar protección efectiva para las mujeres y familias en comunidades vulnerables, así como la necesidad de investigaciones transparentes cuando se denuncian crímenes que implican violencia de género o violencia doméstica.
¿Homocidio o feminicidio?
EL crimen presenta rasgos que permiten considerarlo, con base en la información disponible, como un posible feminicidio. La víctima principal identificada es una mujer, asesinada presuntamente por un hombre que habría tenido o mantenido un vínculo sentimental con ella, en el interior de una vivienda y en un entorno de intimidad.
Estos elementos coinciden con los patrones que, a nivel regional, se utilizan para definir el feminicidio: el asesinato de una mujer por razones de género, muchas veces cometido por parejas, exparejas u hombres con los que la víctima tenía una relación afectiva y en espacios privados.
Sin embargo, todavía no existe una clasificación pública y específica de este hecho por parte de las organizaciones independientes que monitorean la violencia machista en Cuba, ni una comunicación oficial de las autoridades judiciales o policiales que permita afirmar, sin matices, que el caso ha sido reconocido como feminicidio.
En la Isla, además, el término no aparece tipificado como figura autónoma en el Código Penal, de modo que las muertes violentas de mujeres suelen registrarse bajo otros delitos (como homicidio o asesinato), y la calificación como feminicidio recae, en la práctica, en el trabajo de observatorios y grupos feministas independientes.
Desde 2019, el Observatorio de Género de la revista Alas Tensas (OGAT y la plataforma YoSíTeCreo en Cuba (YSTCC) han verificado al menos 300 feminicidios en Cuba, a pesar de operar en un entorno hostil caracterizado por la criminalización del activismo feminista, el acceso restringido a fuentes institucionales y la inexistencia de una tipificación legal del feminicidio en la legislación cubana.
Mientras las autoridades utilizan expresiones como “asesinato por razones de género” o “violencia de género extrema”, los colectivos independientes insisten en la necesidad de nombrar el problema como feminicidio y exigen la creación de protocolos públicos de registro y una ley integral contra la violencia de género.
El Estado cubano no publica de forma sistemática estadísticas con metodología detallada ni ofrece datos desagregados con enfoque interseccional accesibles a la ciudadanía. Esta opacidad institucional sigue siendo un obstáculo para dimensionar la verdadera magnitud del fenómeno.
El OGAT y YSTCC mantienen líneas de acompañamiento y un mecanismo de reporte y verificación de feminicidios y tentativas, sustentado en denuncias ciudadanas, cobertura de medios y trabajo en territorio. Su metodología —basada en verificación comunitaria y documentación pública— está disponible en sus canales institucionales.








