MADRID, España.- La Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por el oficialismo, aprobó una ley que contempla penas de entre 15 y 20 años de prisión para las personas que apoyen, promuevan o respalden acciones que el régimen de Nicolás Maduro califica como “piratería” o “bloqueos” contra el comercio marítimo y petrolero del país.
La norma, denominada Ley de Protección de las Libertades de Navegación y Comercio contra la Piratería, Bloqueos y otros Actos Ilícitos Internacionales, fue aprobada por unanimidad en el Parlamento chavista. Su redacción es amplia y sanciona a quienes “promuevan, instiguen, soliciten, invoquen, favorezcan, faciliten, respalden, financien o participen” en acciones emprendidas por Estados, corporaciones o personas extranjeras contra operaciones comerciales vinculadas a Venezuela.
Además de las penas de cárcel, la ley prevé multas elevadas y la incautación de bienes mediante la aplicación de la Ley de Extinción de Dominio, lo que amplía el alcance punitivo del texto y refuerza el control del Estado sobre personas y patrimonios considerados “enemigos” del régimen.
Esta ley es un nuevo instrumento de criminalización política, que podría utilizarse para perseguir opiniones, pronunciamientos públicos, asesorías legales o vínculos internacionales que respalden sanciones o medidas de presión contra la dictadura. Analistas advierten que su redacción ambigua abre la puerta a procesos penales arbitrarios, tanto contra ciudadanos venezolanos como contra actores externos.
La norma refuerza así el andamiaje represivo del régimen de Maduro, en un momento de creciente aislamiento internacional y profundización de la crisis política y económica del país.
La aprobación de esta legislación se produce en un contexto de crecientes tensiones con Estados Unidos, tras varias incautaciones de buques que transportaban crudo venezolano sancionado en el Caribe. El Gobierno de Maduro ha calificado estas acciones como “piratería naval”, mientras Washington las enmarca dentro de su política de sanciones contra el régimen chavista.
El pasado domingo, Estados Unidos interceptó un tercer buque petrolero frente a costas de Venezuela, lo cual supuso la segunda incautación de esa índole durante el fin de semana.
El sábado, la Guardia Costera norteamericana había intervenido un barco del régimen chavista, un hecho que ya tuvo como precedente las acciones contra el navío Skipper durante su viaje a Cuba, el pasado 10 de diciembre.
Las últimas dos confiscaciones trascienden apenas días después que el presidente Donald Trump diera la orden para imponer un “bloqueo total y completo” a todos los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, en una nueva escalada de presión contra el régimen de Nicolás Maduro.








