MADRID, España.- El béisbol cubano perdió este jueves 13 de noviembre a uno de sus nombres imprescindibles. Armando Capiró Lafferté, histórico toletero de las Series Nacionales, falleció en La Habana a los 77 años.
La noticia, inicialmente divulgada en redes sociales por varias fuentes, fue confirmada por el Comisionado Nacional de Atención a Atletas del INDER, Wilmer Lewis, al periodista Pavel Otero. También la ratificó Omar Venegas, vicepresidente del organismo.
Aunque en los últimos años enfrentó varios problemas de salud, no se ha hecho pública la causa de la muerte.
El niño de Santiago de las Vegas que soñaba con el Latino
Nacido el 22 de marzo de 1948 en Santiago de las Vegas, municipio Boyeros, Armando Capiró creció rodeado de la pasión por el béisbol. Recordaría en varias entrevistas que en la secundaria iba cada tarde al estadio Latinoamericano junto a sus amigos, una rutina que moldeó al pelotero que llegaría a ser.
Sus inicios fueron como lanzador en categorías inferiores y juveniles. De hecho, como pitcher integró el equipo Cuba y en 1966 lanzó un no hit no run, una hazaña poco frecuente para un joven de su edad. Sin embargo, su carrera dio un giro decisivo gracias a un consejo del entrenador Pedro “Natilla” Jiménez, quien un día lo llamó aparte y le recomendó: “Capiró, tú eres buen bateador, deja de pichar”. Aquel comentario marcaría su destino.
El debut ofensivo llegó temprano. Con solo 18 años, y defendiendo a Occidentales, conectó un cuadrangular frente a Henequeneros. Era la señal de que su poder al bate podía llevarlo mucho más lejos que la lomita.
El “Elegante del Diamante”, un nombre para la historia
A partir de finales de los años 60, Capiró se consolidó como uno de los bateadores más temidos de Cuba. En 1969 formó parte de la célebre “Tanda del terror”, junto a otras figuras de la época. Poco después, tras conectarle cuatro hits en cinco turnos a Changa Mederos, llegó a ocupar el puesto de cuarto bate en el equipo Cuba.
Su temporada más emblemática llegó en abril de 1973, cuando rompió el récord de jonrones en Series Nacionales. Con 22 cuadrangulares superó la marca de Agustín Marquetti, que era de 20.
El narrador Bobby Salamanca lo bautizó como “El elegante del Diamante”. La forma en que marcaba la esquina del home con el bate antes de cada turno, su pose serena y su estilo inconfundible construyeron un personaje que trascendió el dato estadístico.
Sus números, no obstante, hablan por sí solos: en 14 Series Nacionales bateó para .298, con 162 jonrones, 677 carreras impulsadas, 186 dobles, 47 triples, 609 anotadas, un slugging de .492, un OBP de .384 y un OPS de .876. Méritos que lo llevaron a ser seleccionado entre los 100 atletas cubanos más destacados del siglo XX, en marzo de 2001, y a ingresar en 2021 al Salón de la Fama Palmar de Junco, en Matanzas.
Un retiro abrupto y silencioso
La carrera de Capiró terminó antes de tiempo. A finales de los años 70, una lesión en la rodilla coincidió con un ambiente hostil: difamaciones de su entonces esposa sobre su sexualidad y conflictos con el presidente del gobierno de La Habana, Oscar Fernández Mel. Tras fuertes discusiones, el funcionario decidió que “Capiró no jugaría más pelota mientras él estuviera al frente del gobierno”, una sentencia que acabó con la trayectoria de uno de los peloteros más completos del país.
Un silencio igual de injusto parece acompañar también su muerte. Hasta el momento de publicar esta nota, medios oficiales como JIT o Cubadebate no han mencionado el deceso.
Después de su retiro trabajó algunos años como entrenador en el hospital psiquiátrico de La Habana. Más tarde participó en el homenaje a Industriales por su 50 aniversario realizado en Miami.
Armando Capiró dejó un legado deportivo marcado por la elegancia, el poder ofensivo y la profesionalidad. Su nombre continúa despertando admiración entre seguidores de varias generaciones, quienes recuerdan a un jardinero izquierdo excepcional y a un pelotero que supo imprimir estilo propio dentro y fuera del terreno.
Su muerte representa una pérdida considerable para la historia del béisbol cubano, que despide hoy a uno de sus jugadores más representativos.








