MADRID, España.- Un vertedero de basura acumulada desde hace meses en las inmediaciones del Conservatorio Amadeo Roldán, en El Vedado, ha generado graves problemas de insalubridad que afectan el funcionamiento cotidiano de esta institución dedicada a la enseñanza musical, una de las escuelas de música más prestigiosas y de mayor trayectoria en Cuba, con más de un siglo de historia formando generaciones de músicos.
Según testimonios de trabajadores del centro, la acumulación de desechos en la vía pública, justo frente al edificio, provoca malos olores persistentes, proliferación de moscas y filtraciones de suciedad hacia áreas interiores, especialmente cuando llueve. Estas condiciones han dificultado el trabajo administrativo y docente, además de afectar la permanencia en oficinas y espacios comunes.
Una empleada del conservatorio describió la situación en declaraciones ofrecidas a Martí Noticias: “El mosquerío es horrible, el mal olor es insoportable, todas las moscas vienen para acá adentro”. En la misma línea, el administrador de la institución explicó al medio que cuando llueve, la recepción y las oficinas se vuelven inutilizables, debido al arrastre de desechos y líquidos desde el vertedero cercano.
El directivo aseguró que las quejas han sido presentadas por los canales oficiales, sin que hasta el momento se haya dado una solución efectiva. También advirtió sobre riesgos adicionales, al señalar que frente al conservatorio existe una gasolinera, lo que podría agravar las consecuencias de un posible accidente en un entorno ya deteriorado.
La situación denunciada en el Conservatorio Amadeo Roldán no es un hecho aislado. La Habana atraviesa desde hace años una crisis visible de insalubridad, marcada por contenedores desbordados, microvertederos improvisados en calles y esquinas, y una recogida de desechos irregular que se ha extendido también al resto del país.
El problema de la basura, documentado de manera sistemática por la prensa independiente, permanece sin solución estructural. Mientras los vertederos se multiplican y la suciedad se acumula en zonas residenciales, escolares y patrimoniales, las autoridades reiteran explicaciones basadas en la escasez de recursos o en el embargo estadounidense, sin que ello se traduzca en mejoras sostenidas para la población.
En este contexto, los ciudadanos continúan conviviendo con montañas de desperdicios, fosas desbordadas y focos permanentes de contaminación, lo que incrementa el riesgo de enfermedades asociadas a la insalubridad. Más allá del impacto visual y ambiental, el deterioro en la gestión de los residuos sólidos ha favorecido la proliferación de vectores como mosquitos y roedores, con consecuencias directas para la salud.
HAZ TU DONACIÓN AQUÍ
