MIAMI, Estados Unidos. – El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) aseguró este martes que la “miseria que hoy vive” Cuba “se debe al fracaso del sistema político y económico comunista, y no a las medidas de otros países”, en respuesta a la relatora especial de la ONU sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales, Alena Douhan, quien acaba de visitar la Isla.
En una carta enviada a Douhan, la organización con sede en Madrid sostiene que solo el 3% de los cubanos atribuye sus problemas al embargo de Estados Unidos, mientras que la desaprobación de la gestión económica y social del Gobierno se sitúa en torno al 92%.
La ONG también aludió al 8º Estudio sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba, elaborado por el Observatorio de Derechos Sociales (ODS-Cuba), que indica que el 89% de las familias cubanas vive en pobreza extrema y que el 78% de la población quiere irse del país o conoce a alguien que desea hacerlo.
El estudio también recoge que el 92% de los encuestados desaprueba la gestión económica y social del Gobierno cubano.
La respuesta del OCDH llega después de que Douhan visitara Cuba del 11 al 21 de noviembre para evaluar el impacto de las sanciones unilaterales, según informó la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH). Al término de la misión, la relatora pidió a Estados Unidos que levante las sanciones y afirmó que, “durante más de 60 años”, Washington ha mantenido “un amplio régimen de restricciones económicas, comerciales y financieras contra Cuba” que ha marcado la vida económica y social de la Isla y ha profundizado las penurias de la población, con escasez de maquinaria, repuestos, combustible, alimentos y medicinas, así como emigración masiva de personal cualificado.
Mientras la relatora enfatiza el peso de las sanciones, el OCDH pone el foco en las prioridades del Estado cubano. En su carta, la organización subraya que La Habana “ha priorizado la construcción de hoteles y no de hospitales” y pregunta: “¿Por qué el embargo no afecta a estas actividades, pero sí, según el Gobierno cubano, a la compra de material médico y alimentos en Estados Unidos u otros países?”.
El comunicado añade que el sistema de salud cubano “enfrenta un colapso porque el Estado prioriza la captación de divisas y la propaganda internacional por encima de las necesidades reales de su población”. Como ejemplo, el OCDH menciona “el lucrativo negocio de la exportación de servicios médicos”, que, además de violar los derechos humanos del personal sanitario participante, “ha ido también en detrimento de la atención médica a la población, al reducirse el número de profesionales, especialmente en la atención primaria”, y recuerda igualmente el papel de BioCubaFarma, orientado a la exportación de medicamentos.
En el plano institucional, la organización recuerda a Douhan que el Gobierno cubano niega “repetidamente” la posibilidad de visitar la Isla “a los relatores de Naciones Unidas vinculados a temas de libertad de expresión, asociación, detenciones arbitrarias, condenas y ejecuciones extrajudiciales, defensores de derechos humanos o esclavitud moderna, entre otros”.
Estos mecanismos de la ONU, a diferencia de la relatora sobre medidas coercitivas unilaterales, han encontrado sistemáticamente cerradas las puertas del país.
Finalmente, el OCDH insta a que el informe que Douhan presentará ante el Consejo de Derechos Humanos en septiembre de 2026 incluya no solo sus propias observaciones, sino también las opiniones de otros relatores y expertos de la ONU y de actores democráticos cubanos, tanto dentro como fuera de la Isla. La organización subraya que sus datos, basados en miles de entrevistas en todo el territorio nacional desde 2019, describen una realidad de pobreza extrema generalizada, crisis de servicios básicos y rechazo masivo a la gestión del Estado, que atribuye al fracaso del sistema político y económico vigente.








