MIAMI, Estados Unidos. – Matanzas vive un aumento de síndromes febriles asociados a arbovirosis en múltiples municipios y áreas de salud, y que residentes locales describen con episodios de fiebre muy alta, dolores intensos y contagio extendido por cuadras enteras.
Testimonios publicados este lunes en Facebook dan cuenta de hogares completos afectados, mientras los partes locales confirman circulación de serotipos de dengue y zonas en transmisión activa, sin fallecidos reportados oficialmente hasta ahora.
La expansión territorial y clínica del cuadro se ha ido precisando a lo largo de septiembre. El pasado día 11, el director del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, Andrés Lamas Acevedo, informó al periódico Girón: “Están circulando los serotipos tres y cuatro, y es posible que pronto se introduzca el serotipo dos que está presenta en La Habana y Villa Clara. Los municipios matanceros de Martí y Perico están en transmisión activa de ese flagelo”.
Ese día detalló, además, puntos calientes dentro de la provincia: “Con una situación más compleja se encuentra Jovellanos, y dentro de Matanzas, las zonas de La Playa, Versalles y lo que corresponde al policlínico Carlos Verdugo; las dos áreas de salud de Colón están en transmisión, también en inicios Unión de Reyes y Alacranes; mientras que en Cárdenas, los policlínicos Moncada y Ramón Martínez, presentan mayores reportes de febriles”. En términos asistenciales, sostuvo: “No hemos tenido críticos, ni fallecidos, a diferencia del año 2022 que sí registramos muertes por la enfermedad”.
Desde el terreno, los relatos ciudadanos iluminan la severidad de los cuadros y las condiciones ambientales. La internauta matancera Yuneisy Santana González escribió: “Pensaba que la libraríamos, pero era casi imposible cuando todos los vecinos uno por uno fueron contagiándose. (…) No sé qué rayo es este virus, pero es fuerte y estamos tan vulnerables y desamparados de todo. (…) Los mosquitos con estas aguas se multiplican y te levantan en peso y pasan los días, las semanas y no ves acción ninguna de los organismos encargados por fumigar, ni recoger las montañas de basuras”.
En su testimonio, la mujer describe a un menor con fiebre sostenida de 39–40°C, dolores articulares y de cabeza.
La percepción de falta de información y de gravedad creciente también aparece en mensajes de activistas. Amelia Calzadilla se preguntó en Facebook: “¿Cuántos casos críticos, graves, convalecientes o en peligro necesita acumular, Presidencia Cuba [enlace al perfil de la Presidencia de Cuba], en la provincia Matanzas antes de decretar un estado de emergencia sanitaria por síndrome febril de origen desconocido y entrar en un periodo de cuarentena?!”. Y reclamó: “Es imprescindible la información ahora. Pidan ayuda humanitaria, carajo; es la vida de la gente”.
Los diagnósticos oficiales más recientes mantienen el foco en el dengue, reconocen sintomatología compatible con chikungunya y la circulación del virus oropouche en menor cuantía, y sitúan la morbilidad “más visible” en los municipios de Matanzas y Cárdenas, con expansión desde Perico hacia otros territorios.
Los avisos previos ya advertían un rebrote en agosto, con municipios como Cárdenas, Perico, Jovellanos y la ciudad cabecera en alerta, coincidente con lluvias y altas temperaturas —condiciones propicias para el Aedes aegypti— y con obstáculos persistentes para el control vectorial: déficit de combustible para fumigación, falta de personal para cubrir todas las áreas y resistencia vecinal a inspecciones sanitarias.
Según Andrés Lamas Acevedo, director del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Matanzas, citado por Granma este lunes, en el territorio “no circula ninguna enfermedad ‘rara o misteriosa’”.