LIMA, Perú – “Los cubanos venimos del futuro”, con este lema nació de manera oficial la Fundación Cubana Anticomunista en Miami, Florida, una organización sin fines de lucro avocada a promover la libertad, la democracia y los derechos humanos especialmente dentro de Estados Unidos y América Latina.
En una cena de presentación y recaudación de fondos celebrada este sábado, buena parte de los miembros fundadores de la FCA se dieron cita, incluidos influencers, activistas, figuras del exilio y la política estadounidense.
“Nosotros somos la gente que va a cambiar la historia (…) el pueblo de Cuba que no se rinde. Somo esa fuerza que la gente dentro de Cuba quizás no encuentra por el hambre, el miedo, la represión y el tormento en el que viven”, aseveró Alexander Otaola, fundador de la organización.
Durante la presentación se exaltó el rol de la FCA para alertar y prevenir la penetración comunista en Estados Unidos y el resto de países libres, así como su enfoque en exponer los lazos que desde la Isla contaminan al mundo.
El evento también supuso una oportunidad para resaltar los principales objetivos de la Fundación y los valores incluidos en sus estatutos. Se subrayan la lucha contra el comunismo y todas sus manifestaciones en cualquier parte del mundo, con un enfoque especial en Cuba; la promoción de la educación sobre los derechos humanos, la libertad individual y la responsabilidad personal; y el fomento del desarrollo de una cultura política democrática en la comunidad cubana, tanto dentro como fuera de la Isla.
“Esta Fundación nace para denunciar el peligro del comunismo. Queremos hacer lobby en Washington; llevar la voz de los cubanos a las universidades, escuelas, juntas escolares y a los gobiernos locales”, anunció la influencer y activista Liu Santiesteban, una de las voces líderes de la FCA.
Según Santiesteban, existe una gran penetración de la ideología comunista en la Florida y otros estados de EE.UU., por lo que cobra relevancia para el activismo de su organización dotar de herramientas y recursos a las juventudes contra el adoctrinamiento.
Podrán ser miembros de la Fundación todas las personas que compartan sus objetivos y valores, teniendo derecho pleno a participar en las actividades y ser elegidos para cargos en la Junta Directiva (compuesta por cuatro miembros).
“Yo amo a Cuba, quiero la libertad para Cuba, pero también mi deber es la protección de este país (Estados Unidos). No quiero que le suceda a mis nietos y mis hijos lo que me pasó a mí, que tuve que salir de mi país buscando la libertad junto a mi papá, mi mamá y mi abuela”, recordó durante su intervención el Congresista por la Florida, Carlos Giménez.
“El deber de nosotros, de esta generación, es crear un mejor estado de vida para nuestros hijos y nietos. Proteger lo que es el sueño americano para ellos. Eso también quiere decir que tenemos que destruir a los comunistas en Venezuela, en Cuba y en Nicaragua”, agregó.
Además de Giménez, otras personalidades presentes en el encuentro enviaron mensajes de compromiso y apoyo a la causa en declaraciones a CubaNet, entre ellos la opositora Rosa María Payá, representante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; la activista Diana Fernández; y La Madrina del Canal de las Emociones, reconocida youtuber y activista.
La presentación oficial de la Fundación Cubana Anticomunista transcurrió con éxito en el suroeste de la ciudad con el acompañamiento de música en vivo y presentaciones artísticas. En el sitio web de la organización, ya disponible en https://fcanticomunista.org, continúa abierta la recaudación para las actividades iniciales y las suscripciones para recibir informaciones o convocatorias.
En el portal igualmente puede consultarse el Código de Ética que define el quehacer de la FCA y sus miembros, con puntos vertebrales como el compromiso con la libertad y la democracia; rechazo a los negocios con comunistas; la prohibición de mediadores que busquen facilitar acuerdos con el régimen castrista; rechazo al diálogo con dictaduras; enfoque en la acción proactiva; integridad y transparencia; o respeto a los derechos humanos.