MIAMI- La opositora cubana y comisionada estadounidense en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Rosa María Payá, denunció en su cuenta de X que miles de ciudadanos cubanos han sido reclutados por Rusia para combatir en la guerra contra Ucrania. Payá calificó esta operación como “un ejemplo extremo de trabajo forzado y esclavitud moderna”, y aseguró que, no podría ocurrir sin la participación directa de las autoridades del régimen cubano.
Durante sus declaraciones, la activista abordó el drama humano detrás de esa realidad: familias cubanas que desconocen el paradero de sus hijos, esposos o hermanos enviados al frente ruso, sin posibilidad de reclamar los cuerpos de los fallecidos ni obtener información sobre su destino. La comisionada aountó que la muerte les espera desde el momento en que firman esos contratos, sin entrenamiento ni protección alguna.
La líder del proyecto Cuba Decide citó un informe presentado por autoridades ucranianas que estima en 20.000 el número de cubanos que actualmente combaten en las filas rusas. Según el documento, al menos 250 de ellos permanecen obligados a seguir combatiendo pese a que sus contratos ya expiraron. “Se cumplen todos los requisitos para hablar de trabajo forzado y esclavitud moderna”, subrayó Payá, añadiendo que “la magnitud de esta operación, sostenida durante más de dos años, no podría desarrollarse sin el consentimiento del régimen cubano”.
Las declaraciones de Payá se producen luego de una sesión informativa virtual sobre seguridad nacional organizada por el congresista estadounidense Mario Díaz-Balart (FL-26), en la que asesores del Gobierno ucraniano y legisladores de Kiev revelaron los detalles de este reclutamiento.
Durante el encuentro, el asesor del presidente Volodímir Zelenski en materia de sanciones, Vladyslav Vlasyuk, aseguró que su país ha identificado físicamente a más de 1.000 mercenarios cubanos y precisó que la edad media de los reclutados ronda los 35 años. Según los datos presentados, los cubanos reciben un salario promedio de 2.000 dólares mensuales, pero la mayoría muere entre 140 y 150 días después de firmar el contrato; algunos, incluso, a los pocos días de llegar al frente.
Los materiales exhibidos por las autoridades ucranianas incluyen cartas y denuncias de familiares cubanos, contratos laborales y casos judiciales en Rusia que demuestran el alcance del reclutamiento. En uno de los ejemplos se cita el contrato de una mujer cubana fechado el 13 de enero de 2025, por 195.000 rublos mensuales, y el proceso penal contra la reclutadora Yelena Smirnova, acusada de defraudar los salarios de entre 300 y 400 cubanos.
Payá cuestionó además la postura de la Unión Europea, que pide apoyo para Ucrania mientras continúa financiando a la dictadura cubana, aliada y cómplice de Rusia. Exigió que la UE suspenda cualquier cooperación económica o política con el régimen de La Habana.
En el último año, el Directorio Democrático Cubano, liderado por Orlando Gutiérrez-Boronat, ha desarrollado una intensa campaña internacional para visibilizar esta situación. El grupo ha presentado denuncias ante organismos internacionales y ha facilitado testimonios de mercenarios, contribuyendo a que estas historias salgan a la luz y se conozca la dimensión humana del drama.