LIMA, Perú – Autoridades sanitarias en Santiago de Cuba alertaron sobre el incremento del riesgo en la provincia ante la aparición de casos de arbovirosis, Enfermedades Diarreicas Agudas (EDA) y otras de transmisión digestiva, como la Hepatitis A y la Fiebre Tifoidea.
Un reporte del medio estatal Sierra Maestra apuntó que el alza está relacionada a las condiciones climatológicas y ambientales de las últimas semanas, caracterizadas por altas temperaturas e intensas lluvias, especialmente luego de un prolongado periodo seco.
La doctora Yaimara Gutiérrez de la Cruz, directora del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM), reconoció que circulan tres enfermedades en el país. La provincia mantiene circulación de Chikungunya con baja incidencia, al igual que la fiebre de Oropouche, mientras el dengue presenta brotes en algunos territorios.
“Esta última enfermedad sigue siendo compleja en los municipios de Palma Soriano y Santiago de Cuba, pero el riesgo de incremento de casos está presente en el resto de los territorios por los índices de infestación del Aedes aegypti”, advirtió la directiva.
Gutiérrez de la Cruz aseguró que “es muy negativa la situación sanitaria actual”. La autoridad apunta que las recientes lluvias y el déficit de abasto de agua en muchos centros urbanos provocan un incremento de depósitos con pobres condiciones para el almacenamiento, lo que favorece la aparición de focos.
Los síntomas son muy semejantes en los tres casos: fiebre, dolor de cabeza, dolores óseos y musculares, decaimiento, falta de apetito, dolor retroorbitario y rash son los más comunes.
“Los médicos deben diagnosticar si es un dengue, una fiebre de Oropouche o de Chikungunya, por esto la recomendación es, ante la presencia de estos cuadros, acudir al médico. No se debe minimizar su importancia”, dijo la doctora.
Con relación a las EDA y el resto de las enfermedades digestivas, la directiva resaltó que la transmisión más frecuente es por el consumo de alimentos o agua contaminados con heces, por lo que lavarse bien las manos constituye la principal línea de defensa.
Sobre el particular recomendó realizarlo de forma frecuente, con agua tratada y jabón, antes y después de comer, cocinar o alimentar a los niños; luego de ir al baño o de cambiar pañales y amamantar, estornudar o toser.
“También es muy importante hervir el agua de consumo y tratarla. Otras medidas son lavar verduras y frutas; se debe cocinar lo suficiente los alimentos, así como mantener los crudos refrigerados y separados de los cocidos”, comentó.
Además, Gutiérrez de la Cruz subrayó la importancia de usar sustancias desinfectantes para la limpieza de la casa, tapar correctamente los cestos con desechos de comida y otros residuos, que deben eliminarse a diario. Si se tiene animales (cerdos, caballos, perros, aves…), mantener los corrales limpios.
“Ante la aparición de síntomas como vómitos, fiebre, dolores abdominales y deposiciones acuosas, con sangre o no, es imprescindible tener sales de rehidratación oral, o saber cómo prepararlas de forma casera”, afirmó.
El sitio web del Ministerio de Salud Pública enseña que para preparar las sales de rehidratación caseras se agrega a un litro de agua una cucharada de azúcar, media de sal, media o una pequeña de bicarbonato y zumo de limón (opcional). Deben ingerirse en las 24 horas después de haber sido elaboradas y beberse a pequeños sorbos, no en cantidades abundantes.
“Pero lo más importante, ante la aparición de la diarrea u otros síntomas, es acudir al médico para ser evaluado por el facultativo, sobre todo si se trata de embarazadas, ancianos y niños”, recomendó la doctora.
Vulnerabilidad en Cuba ante los arbovirus
El pasado miércoles, el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), ofreció un nuevo parte sobre la situación epidemiológica de Cuba, marcada por la circulación simultánea de tres arbovirosis. El funcionario negó los rumores de muertes masivas en Matanzas e insistió en que el sistema de salud “responde” a la emergencia. Sin embargo, el contexto que vive la población dista radicalmente de esa versión oficial.
“No se han reportado fallecidos”, aseguró Durán, en referencia a versiones que hablaban de “11 muertos en una noche” en Matanzas. El epidemiólogo agregó que “el sistema de salud está trabajando de manera organizada y con refuerzos en los territorios más afectados”, y que “a pesar de las dificultades, los servicios no han colapsado”.
Las palabras del funcionario contrastan con la realidad que enfrentan pacientes y familias: hospitales sin higiene, con falta de camas, escasez de insumos básicos y medicamentos, mientras las infecciones se propagan en zonas donde la basura se acumula sin control.
Según Durán, “en el país están circulando dengue, chikungunya y Oropouche”. El dengue mantiene transmisión activa en 12 provincias, 36 municipios y 44 áreas de salud. El chikungunya fue detectado inicialmente en Matanzas y se encuentra en expansión en esa provincia. El Oropouche, por su parte, está presente en 12 provincias, 26 municipios y 31 áreas de salud, aunque con tendencia a la disminución de casos.
El epidemiólogo precisó que “hasta el momento se reportan cuatro pacientes hospitalizados por dengue: tres en estado grave y uno crítico”. Sobre el avance del chikungunya, señaló que “no provoca cuadros de alta letalidad, pero su expansión requiere vigilancia constante”.
El problema no radica solo en la circulación de los virus, sino en la incapacidad real del sistema sanitario para enfrentarlos. La mayoría de los hospitales del país se encuentran en condiciones deplorables: sucios, sin agua corriente, con baños inutilizables y salas abarrotadas. Muchos pacientes deben dormir en pasillos o acudir con sus propias sábanas y jeringuillas.
A esto se suma la escasez crónica de medicamentos. Analgésicos, sueros o antibióticos están ausentes de las farmacias estatales y se consiguen únicamente en el mercado informal a precios elevadísimos. Una caja de paracetamol puede costar el salario de varios días.